El 24 y 31 de diciembre son las fechas predilectas de la pirotecnia y la parranda con música a todo volumen, pero las mascotas no disfrutan de la festividad con tanto entusiasmo como sus dueños. El riesgo de ser pisados, tropezados e intoxicados aumenta si son expuestos al ambiente de celebración de su familia humana.
Se ha vuelto común encerrarlos en un cuarto, baño o espacio reducido para evitar que el ruido de los cohetones los pongan nerviosos. No obstante, la gente desconoce los errores que comete al no proveerles un espacio seguro y tranquilo por esas horas.
El Pitazo consultó con el médico veterinario Otto Alvarado, con más de 27 años de experiencia, cuál es la forma correcta de preparar una habitación para perros y gatos, y los peligros más frecuentes:
¿Es sano encerrar a las mascotas?
- El término encerrarlos es cruel, yo le diría preparar una habitación especial en la que ellos pasarán la noche o el día festivo. La reunión familiar es de humanos, de nosotros. El perro o el gato no se molestarán porque no los inviten. Hay unos que comparten sin problema pero otros que no. Ellos no necesitan estar en el momento del feliz año, no tiene sentido. Allí surgen los accidentes.
¿Cómo adecuar la habitación?
Sin duda alguna la música clásica es una herramienta que siempre ha ayudado. Aunado a esos elementos, es ideal colocar un ventilador o aire acondicionado en la habitación, ayudará a mitigar el ruido de la celebración porque transmite la sensación de ser la hora de dormir.
- Un baño o depósito no son los lugares correctos o más adecuados para dejar a las mascotas. El sitio debe contar con comodidades como cobijas, almohadas, juguetes, cama y ventilación, todo esto para evitar accidentes como caídas de estantes o rupturas de materiales frágiles que puedan atentar contra la vida del animal.
Ya con el cuarto ambientado para que el perro o gato pase la noche, no puede olvidar dejar el armario abierto porque esa cueva les genera seguridad. ‘‘De esa manera no hay que tranquilizarlos, no lo recomiendo, porque no disminuye el miedo ni la onda sonora, sólo altera el sistema de respuesta como si estuviera borracho. Es una tortura, no todos los animales se pueden tranquilizar y puede activar reacciones epáticas’’, advierte el médico veterinario Otto Alvarado en entrevista con El Pitazo.
Peligros al acecho
Los traumatismos están a la vuelta de la esquina porque los fuegos artificiales explotaron, el perro salió corriendo, saltó la cerca y escapó, quedó atascado en una reja y se maltrató. A ese escenario se le unen los cuadros gastrointestinales: vómitos y diarreas, por ingestión de alimentos de manera directa, indirecta y por cuerpos extraños (accidentes o curiosidad).
El experto en salud animal, dividió por categoría los peligros y casos que le llegan después de las fiestas de Navidad y Año nuevo:
– Ingestión voluntaria:
- ‘‘Una vez al año no hace daño doctor’’: Sí hacen, sostiene el especialista. Humanizar a la mascota al servirle el plato navideño con pan de jamón, hallaca y hasta pernil, genera intolerancia a los alimentos. Alimentos de alta fermentación pueden provocar la muerte del canino.
– Ingestión involuntaria:
- ‘‘Venía con el plato de hallaca, se me cayó y el perro se lo comió’’: esa situación satura a la mascota por ser alimentos que no procesa con facilidad.
- La ingesta de cuerpos extraños, por ejemplo: el niño Jesús del nacimiento; provoca que los perros sean llevados de emergencia a una clínica para ser intervenidos de inmediato.
- También aplica para los restos de basura, hojas de hallacas y pabilo que obstruyen el intestino.
- Darles bebidas alcohólicas no es una gracia porque los intoxica, no solo a los perros sino a cualquier animal. Alvarado relató el caso de una familia que dejó los vasos con restos de bebidas en la azotea, llegaron las palomas, saciaron la sed y minutos después perdieron el control de su cuerpo y comenzaron a caer al suelo tras no elevar el vuelo. Todas murieron.
Viajaré y lo dejaré solo en casa
Así como los niños pequeños no se dejan solos en casa, los animales tampoco deben permanecer por varios días sin compañía. Hay ciertos peludos con tendencia al hiperapego y al no tener compañía se podrán enfermar o deprimir.
Si vas a viajar y no está entre tus posibilidades llevarlo contigo, debes considerar las siguientes opciones:
- Contratar un servicio de hotel para perros: a diferencia de los refugios, no están enjaulados, tienen compañía de otras mascotas, son paseados y reciben masajes anti estrés.
- Intentar pedirle a un familiar que lo acoja o en su defecto lo visite dos veces al día, le brinde cariño y recoja los desperdicios.
- Evaluar si algún vecino está dispuesto a incluirlo en la manada con sus demás miembros, y que estos lo reciban bien. De lo contrario el animal convivirá en un ambiente de maltrato.
Antes de tomar en cuenta cualquiera de las recomendaciones, intenta que el destino al que te dirijas acepte a tu mascota en el viaje.