Caracas.- Ana Carolina Guaita Barreto, la reportera del portal de noticias La Patilla, detenida el 20 de agosto en su natal estado Vargas, cumple más de 40 días en cautiverio, sin tener claras las razones ni pruebas de los delitos que se le imputan.
Un video manipulado sería la «prueba» que se habría esgrimido en la audiencia telemática que se le realizó a la comunicadora social egresada de la Universidad Católica San Rosa, el 27 de agosto.
«A ella le hicieron una audiencia de presentación en la sede del Circuito Judicial de Vargas, en Macuto. Una audiencia telemática en la que le imputaron delitos de terrorismo e incitación al odio. Ella no sabía las razones de esas imputaciones y pruebas que alega la Fiscalía. Lo único que se conoció es que se presentó un video que la muestra parada grabando su reporte y también se observa la quema de un módulo policial en la plaza Lourdes de Maiquetía. El Ministerio Público asegura que ese grupo actuaba al mando de Ana Carolina, que estaba allí haciendo su trabajo, cubriendo una protesta, no liderándola», argumenta un abogado que ha apoyado el caso y solicitó la reserva de su identidad.
El abogado explica que «el video fue manipulado, porque se presentó en la audiencia sin ningún tipo de audio. En el video con audio se escucha la voz de Ana Carolina, más bien pidiéndoles a los muchachos que no quemen nada, que protesten pacíficamente. Está claro que su voz la exculpa y por eso lo editaron».
Igual que a otros detenidos, a Guaita Barreto se le ha negado el derecho a una defensa privada. Familiares cercanos son los únicos que conocen su sitio de detención preventiva, que sería una sede de la Secretaría Regional de Seguridad Ciudadana en Caraballeda, que no ha sido develada por razones de seguridad.
Detenida por parentesco
Ana Carolina Guaita Barreto fue detenida el 20 de agosto, cuando salía de su casa en el sector El Rincón, en Maiquetía. Iba a dar una clase de Power Bike, la disciplina de bicicleta estática en la que se certificó como docente en 2023.
En ese preciso momento, la mujer mantenía una conversación telefónica con su familia. Les dijo que hombres que parecían funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) se la estaban llevando. El paradero de Ana Carolina fue incierto durante siete días.
En el marco de una posible «desaparición forzada», la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitió el 27 de agosto de 2024 la Resolución 58/2024, mediante la cual otorgó medidas cautelares a favor de Ana Carolina Guaita, al considerar «que se encuentra en una situación de gravedad y urgencia de riesgo de daño irreparable a sus derechos en Venezuela».
Al día siguiente, los familiares supieron de su paradero y se les pidió no dar declaraciones a los medios. Estas acciones son las que hacen suponer que la detención de la periodista, más que por el video presentado como evidencia, está relacionada con su parentesco con dos dirigentes políticos del litoral central, Xiomara Barreto y Carlos Guaita, sus padres, quienes se encuentran en la clandestinidad, amenazados por su participación en el Comando Con Venezuela, en Vargas.
«Según su familia, es más que evidente que ella es una presa política para que ellos guarden silencio, no se expresen libremente. No existen pruebas que involucren a Ana Carolina con ninguna acción terrorista, pero se agarran de cualquier detalle para sembrar miedo y que sea ejemplo para otros dirigentes, en el litoral central y en el resto del país», refiere la fuente.