Reclusos del Retén de Caraballeda cesarán huelga de hambre cuando logren el traslado

Los familiares denunciaron los abusos que cometen las autoridades del retén con ellos y los detenidos. Reclaman la atención de la ministra de Asuntos Penitenciarios, Iris Varela

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Los recluidos en el Retén Policial de Caraballeda llevan tres días en huelga de hambre (N. Noriega)

La Guaira.- 69 reclusos del Retén Policial de Caraballeda, bajo la custodia del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), cumplen este domingo, 15 de septiembre, tres días de huelga de hambre. Demandan traslados a otros centros de reclusión del país por el hacinamiento y el maltrato a los que son sometidos.

A través de los ventanales, algunos detenidos aseguraron que no cesará la huelga de hambre hasta conseguir el primer traslado. “Este retén es todo lo que no debe ser. Las jaulas son espacios deprimentes, sucios. Allí manda el hacinamiento y hay reclusos con tuberculosis, con sida y desnutridos. Ellos, nuestros familiares, cometieron un error, nosotros no queremos exculparlos. Ellos están encerrados porque deben ser juzgados y cumplir su condena, pero por eso no tienen que ser tratados como animales. Ellos son seres humanos”, explicó Marisela Echarry, vocera de los familiares recluidos en el Retén Policial de Caraballeda, ubicado en el este del estado Vargas.


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Echarry y otros familiares indicaron que este fin de semana el fiscal décimo de Derechos Fundamentales del Ministerio Público, Lenin Del Giudice, se reunió con los privados de libertad para disuadirlos de abandonar la huelga de hambre. “Él siempre acude a nuestros llamados e intenta mediar, pero ya la situación se hace cada vez más insostenible y necesitamos que se hagan los traslados a otros centros de reclusión”, agregó Echarry.

Los familiares recordaron algunos incidentes, como el ocurrido en octubre 2018, la muerte del recluso Ángel Tosta, quien murió por recibir un tiro cuando dos funcionarios del Cicpc jugaban con sus armas reglamentarias. “No queremos que la suerte de nuestros familiares sea la misma que la de ese recluso”, dijo Reina Álvarez, cuyo hijo tiene nueve meses en el retén.

“Nosotros queremos que la ministra de Asuntos Penitenciaros, Iris Varela, y la número 1 del Cicpc en Vargas, Gladys Nadales, nos den la cara para que escuchen lo que padecemos los familiares de los detenidos en Caraballeda. Uno les trae comida a nuestros parientes y en el retén la reciben a la hora que mejor les parece. Muchas veces se pudre. Cuando hacen requisas, les botan toda la ropa y los zapatos, y la visita de los miércoles es apenas de cinco minutos”, dijo Sonia Marcano, cuyo hijo lleva 19 meses en Caraballeda.

Marcano contó que entre las irregularidades que enfrentan los familiares está el pago del transporte que haga el traslado a los tribunales, así como el pago en dólares para garantizar cualquier traslado a un centro de atención hospitalaria o para tener acceso a medicamentos.

“Podemos pagar 30 o 40 dólares para garantizar que trasladen a nuestros detenidos a los tribunales. En el caso de mi hijo, su juicio es en Caracas y él está recluido aquí en Caraballeda. El retraso procesal y las pésimas condiciones de este centro de reclusión son muy graves”, señaló la mujer.

De acuerdo con fuentes del Cicpc Vargas, el Retén de Caraballeda en un centro preventivo, con capacidad máxima para 30 reclusos. Sin embargo, ha llegado a albergar más de 100 reclusos en proceso de juicio.

Los familiares envían comida a través de unas cuerdas para que sea entregada a sus familares recluidos en Caraballeda. Sin embargo, ellos indican que se mantendrán en huelga de hambre (N. Noriega)

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