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La Guaira.- Desde el inicio del año 2021, Mónica González no sabe lo que es tener energía eléctrica a tiempo completo en su casa. González vive en un caserío alejado del casco central de la parroquia Carayaca, una de las zonas foráneas del estado Vargas, un espacio de montaña y sembradíos agrícolas con pocos habitantes.
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González, residente del sector El Añil, explica que desde el 1° de enero, de forma diaria, se han registrado en la zona apagones que van desde ocho a doce horas sin servicio de electricidad.
«Esto es terrible. Vivimos a escasos minutos del pueblo de Carayaca y mientras en el pueblo de Carayaca hay electricidad, a todos los que vivimos en los en los caseríos inmediatos, nos quitan el servicio. La excusa son las continuas averías. Pero el tema es recurrente. Los siete días que van de enero ha sido una constante. Y la falla de electricidad ya la venimos arrastrando desde agosto del año pasado», refiere González.
«Ahora intentamos amoldar nuestros horarios, para cuando tenemos energía eléctrica. Eso impide que podamos desarrollar una vida normal».
Lo vivido por los vecinos de El Añil se replica en la realidad de los residentes de sectores como El Arenal, la vía a las poblaciones de Tarmas, Tirima y La Marisela.
«Lo peor, es que nuestra situación ha sido dada a conocer a las autoridades de Corpoelec La Guaira. En el momento, nos dicen que lo van a arreglar, pero después es puro cuento. Corpoelec se ocupa de las averías en La Guaira, Maiquetía y Catia La Mar, pero aquí como somos una zona rural no nos paran. Somos una zona rural condenada a los apagones», cuenta la también vecina de Carayaca, Maritza Ramos.
Los voceros comunales indican que se están organizando para Llevar un comunicado a la Presidencia de Corpoelec en busca de ayuda. «Es ilógico que en el pueblo de Carayaca haya servicio y en el resto de la parroquia, no. La explicación que nos han dado algunos trabajadores de Corpoelec, es que no estamos conectados del mismo circuito. Entonces exigimos a las autoridades que esto se arregle y seamos conectados al mismo circuito de energía eléctrica. Y contemos con más horas de electricidad», expone Joaquín Gallardo, desde las inmediaciones de Tirima.
Gallardo advierte, que algunos residentes, han optado por comprar plantas eléctricas, para darse garantía del servicio. «Pero esto no es una opción para todos los que vivimos por estos lares, es por eso que pedimos la acción de Corpoelec, para solventar este problema».
