Amazonenses abandonan trabajos formales para irse a las minas

Aproximadamente 40% del personal de la gobernación, alcaldía capital y otros entes gubernamentales han renunciado para irse en su mayoría a las minas buscando mejor ingreso económico, aseguró la sindicalista Yetzy Sira

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Con algunos inconvenientes se realizó la primera prueba para surtir combustible a través de la modalidad del chip en la estación de servicio Atures de Puerto Ayacucho. Foto: Mickey Véliz

Puerto Ayacucho.- Ante la crisis que se vive en Venezuela, muchos amazonenses han renunciado a sus puestos de trabajo formal para irse a las minas, en busca de una mejor estabilidad económica. Aseguró Yetzy Sira, secretaria general del Sindicato Único de los Trabajadores de la Industria y la Construcción (Suticys), que 40% de la nómina del gobierno regional ha desertado por el bajo salario que perciben.

La dirigente sindical precisó que un obrero fijo de la gobernación cobra semanalmente 8 mil bolívares, mientras que un empleado contratado recibe menos de 20 mil, por un descuento mensual que realiza una empresa funeraria.

Aseveró que «nadie vive con un sueldo tan precario y miserable, en medio de tantas necesidades existentes por los altos precios de los productos de la cesta básica».

“Muchos trabajadores han abandonado sus puestos de trabajo en la gobernación y otras instituciones por el bajo salario. Hay necesidades y es evidente, hay trabajadores que ya no tienen ni zapatos para ir a laborar. Ese sueldo no les alcanza. La información que manejamos según lo que indica Recursos Humanos, es que un número importante de la nómina ha renunciado, dejaron de ir o no se ha incorporado luego de sus vacaciones, lo que suma 40%", indicó Sira.

Asimismo subrayó que las minas del interior han resultado una opción para todo aquel que deja su trabajo en una institución, en un estado fronterizo donde la economía en un gran porcentaje es dominada por monedas extranjeras: peso colombiano y dólar americano.

“Es una triste realidad lo que estamos viviendo, al parecer una mina le garantiza más opciones a todo aquel que se ha ido", dijo.

Lilisol Santiño Cancio, obrera fija de la Gobernación de Amazonas, reveló que decidió renunciar a su trabajo donde ya tenía diez años de servicio, para irse a buscar una mejor oportunidad en una mina del municipio Atabapo. Lamentó que la situación en el país se haya agravado. Comentó que se debe buscar mejores alternativas, por lo que junto a su esposo y cuatro hijos viajarán al interior del estado.

Esta mujer indígena del pueblo huottoja expresó a El Pitazo: “Dejo diez años de servicio como obrera, un puesto que conseguí con mucho esfuerzo. Antes mi sueldo daba para mantener a mi familia; ahora es distinto, no alcanza. Renuncié para irme junto a mi esposo a la mina de Atabapo porque tenemos que ver por nuestros hijos. Me da pena decirlo pero ya ni ropa tenemos. Así están muchos compañeros que se van con nosotros por la misma situación", reiteró.

Profesionales sin opciones

La situación actual ha resultado agobiante hasta para los profesionales de carrera, quienes también se han anotado para irse a las minas en busca de alternativas. Otros se han visto obligados y en la necesidad de trabajar en la economía informal, apostándose en la vía pública con la venta de productos para poder obtener dinero en efectivo, el cual se ha convertido en una misión titánica para el amazonense.

Alexander Campos, abogado de varios años de trayectoria, dejó de laborar en la administración pública, según afirmó “por el precario salario que ganaba como profesional del derecho". Ante la poca clientela que buscaba sus servicios, optó junto a su pareja por trabajar de manera informal en la calle Amazonas de Puerto Ayacucho. A su juicio gana mucho más que como asalariado del gobierno.

Nuevos horizontes

Otras de las opciones que ha tenido el amazonense es buscar nuevos horizontes; viajar a otros países a probar suerte se hace cada vez más notable, entre todos aquellos que manifiestan que aquí en Venezuela “ya no hay nada que hacer. Colombia, Brasil, Ecuador, Perú y Chile se han convertido en las alternativas para buscar empleo, ingresando a través de la frontera por los llamados caminos verdes.

El caso más reciente fue el del reconocido dirigente político de la oposición en Amazonas y contador público de profesión, Rafael Henríquez, quien viajó con grandes esperanzas hasta Argentina, hace pocos días, en busca de nuevas oportunidades laborales.

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