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Ciudad Guayana.- Al aire libre, con tapabocas y guardando distancia. Así se están realizando las homilías en las iglesias católicas del estado Bolívar desde que comenzó la pandemia por el nuevo coronavirus. Este 17 de febrero, se llevó a cabo la misa por el Miércoles de Ceniza, una celebración que marca el inicio de la cuaresma previo a la Semana Santa.
En la iglesia Virgen del Valle de Puerto Ordaz, el acto religioso se realizó en los jardines y no en la capilla, como tradicionalmente ocurre. Todos los asistentes llevaron tapabocas y el personal de la parroquia midió la temperatura de todas las personas antes de ingresar al lugar dispuesto para la actividad.
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La unción de las cenizas, momento más esperado de esa misa, esta vez fue distinto: el sacerdote roció la cabeza de las personas con cenizas sin tocarlas. Todo responde a la pandemia por el COVID-19.
El único momento en el que los asistentes se quitaron el tapabocas fue cuando les tocó tomar la comunión. El tradicional abrazo de la paz, fue sustituido por un movimiento de manos y a distancia.
“Es importante ayunar. Y de repente el ayuno de hoy no es necesariamente la comida, porque necesitamos comer para mantenernos. También puedo ayunar de mis actitudes, de mis vanidades, de todas aquellas cosas que muchas veces me han apartado de mis hermanos, me han vuelto individualista", dijo el párroco que ofreció la misa, cuando hablaba del significado del inicio de la cuaresma.
Gilda Soto, una frecuente visitante de la iglesia, expresó que a pesar de la pandemia, continúa asistiendo a misa porque los protocolos de bioseguridad se cumplen. “Yo vengo todos los domingos y hoy miércoles, porque es necesario pedirle a Dios para que estemos sanos y que se termine la pandemia, porque sobre todo aquí en Venezuela este virus ha recrudecido la crisis que vivimos", indicó.
