Santa Elena de Uairén.- Indígenas que resguardan las entradas hacia el cerro Roraima en la Gran Sabana, confirmaron a El Pitazo que los sujetos que se identificaron como militares para ingresar a esta reserva natural continúan en la zona.
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ALERTAN SOBRE INGRESO DE PRESUNTOS MILITARES AL CERRO RORAIMA EN LA GRAN SABANA
Lideres pemones que volvieron a sus tierras tras permanecer cinco meses exiliados en Brasil, luego de ser perseguidos durante los disturbios de febrero, que dejaron siete muertos y más de 40 heridos; poco a poco han regresado a sus hogares, retomando sus rutinas, principalmente el resguardo y vigilancia de sus tierras.
Durante julio y agosto se toparon con grupos armados que alegaron ser enviados del Gobierno de Nicolás Maduro, a “supervisar” las poblaciones indígenas para evitar otra resistencia liderada por los pemones. Voceros aseguraron que son ellos mismos los que extorsionan a comerciantes que residen en Santa Elena de Uairén y con ese dinero “se mantienen”.
El miércoles los pemones advirtieron del ingreso a Roraima, de alrededor de 20 hombres que se identificaron en los pueblos cercanos a este tepuy, como militares a pesar de que no tenían uniforme. Ingresaron en cuatro camionetas Toyota, las cuales llevaban una moto de cuadro ruedas en casa una de sus cabinas.
Retornaron el jueves pero ese mismo día regresaron cargados de comida y demás provisiones.
Luego de reunirse acordaron denunciar lo que sucedía pese al temor de volver a ser perseguidos y amenazados. “Desde hace años los grupos armados tienen tomadas las minas de otros sectores del estado Bolívar pero a las que están en la Gran Sabana no habían podido penetrar, desde que nos masacraron el 23 de febrero, entraron y se instalaron”, relató uno de los voceros indígenas.
El llamado de alerta lo hicieron ya que temen que hayan realizado exploraciones mineras y ya durante este fin de semana hayan comenzado a extraer oro y diamantes de esta reserva minerales, fauna y agua. Precisaron que la realización de cualquier tipo de minería en esa zona sería un atentado contra uno de los patrimonios naturales más importantes del mundo.
Desde que realizaron la denuncia, indígenas reportaron que no han recibido llamadas de dirigentes políticos ni de ninguna ONG para apoyar y fortalecer lo expuesto.
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