Caracas.- En las aldeas warao del Delta del Orinoco la epidemia silente del VIH se transmite desde hace 15 años, cuando se detectaron los primeros casos. Desde entonces, no hay un registro oficial de cuántas personas hay afectadas con la enfermedad. Tampoco control, ni tratamientos para los que ya están deteriorados por el virus.
Un reportaje elaborado por la periodista Herminia Fernández y publicado en el canal oficial de YouTube de la Agence France Press (AFP), el 21 de junio, describe que la situación actual no es alentadora y hasta supone un menoscabo a los derechos fundamentales de esta población.
No hay estadísticas, pero los testimonios de los afectados dan cuenta de la tragedia exponencial que se vive en estas comunidades casi aisladas del resto del país, que también enfrentan los embates del desabastecimiento en los hospitales, la dificultad para adquirir alimentos, las fallas de servicios públicos y el encarecimiento y falta de suministro de gasolina.
«Los waraos no solamente deben lidiar con los síntomas de la enfermedad, sino con otros problemas que agravan su situación como la dificultad para adquirir alimentos, allá no hay tiendas, no hay supermercados y solamente reciben la bolsa clap que llega de manera muy esporádica», relató la periodista vía telefónica a El Pitazo.
Muchos llevan una alimentación solo de ocumo en el desayuno, almuerzo y cena. Los servicios de electricidad y agua no existen desde hace ocho años.
De acuerdo al hallazgo de las autoridades en 2007, las aldeas waraos en Delta Amacuro están afectadas por una cepa de un subtipo B y C que es mucho más agresiva y que podría llevar a la muerte a una persona en cinco años o menos.
Las edades entre los portadores del virus son muy variadas. Pero, según los testimonios recabados por AFP, hay afectados que apenas cruzan el umbral de la adolescencia y otros que alcanzan una edad adulta padeciendo los síntomas de la enfermedad.
«Muchos están contagiados y no lo saben. Cuando llegan al hospital enfermos, ellos se dan cuenta de que lo que tienen es VIH por una prueba rápida que les hacen. Pero ya la enfermedad está muy avanzada», señaló Fernández
Aunque en el hospital más cercano solo hay un registro de 23 pacientes que fueron detectados por la Cruz Roja en 2007, se estima que sean centenares. Muchos no creen en la letalidad del virus y no tienen acceso a los tratamientos o, en otros casos, no los cumplen. «Allí no hay control de nada y no hay quién lo lleve», lamentó.
Según Monitoreo Global de sida 2020, la prevalencia del VIH a nivel mundial era de 0.53 %. En 2007, se determinó que en la etnia warao era de 9,2 %. Una cifra que supera la media mundial. Unos 15 años después, no hay datos precisos del número de personas que convive con el virus, ni cuántas han muerto.