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Santa Elena de Uairén.- Taxistas de Santa Elena de Uairén, poblado ubicado en plena frontera con Brasil, se quedaron momentáneamente sin trabajo debido a que no se abastecen de gasolina desde que inició la cuarentena, dijeron este jueves 16 de julio a El Pitazo. En esa zona limítrofe no hay transporte público y quienes no poseen vehículo se trasladan en los denominados ‘carritos por puesto’.
La situación ha generado angustia entre los profesionales del volante, quienes ahora viven de los pocos ahorros que les quedan y aseguran no tener a nadie que los escuche y vele por sus derechos. Muchos se vieron en la obligación de comprar gasolina ‘bachaqueada’ pero esta semana de confinamiento se abstuvieron porque la Guardia Nacional desmanteló una venta clandestina en El Salto y advirtió con detener a quien acuda a esta zona a abastecerse.
Las estaciones de servicio de la capital del municipio Gran Sabana que son Mapaurí y Kukenán, solo están cargando de gasolina a vehículos militares, policiales y a personal médico que contrarresta el nuevo coronavirus en el municipio Gran Sabana.
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Entretanto, cientos de kilómetros al norte, en Ciudad Bolívar, las largas colas en las gasolineras no han cesado desde el inicio de la semana de flexibilización, por lo que los usuarios esperan desde el día anterior en las afueras de la estaciones de servicio para surtir sus vehículos. Las estaciones de servicio priorizadas e internacionales están surtiendo bajo la modalidad de número de placa y mantienen larga cantidad de vehículos en colas.
Tucupita lleva 13 días sin gasolina
Los conductores del transporte público y de las unidades particulares tienen 13 días sin surtir combustible a sus vehículos por el cierre temporal de estaciones, debido a la escasez de gasolina. El servicio del transporte y la movilización se encuentran paralizados por falta del carburante.
La gobernadora del estado Delta Amacuro, Lizeta Hernández, confirmó el pasado lunes 13 de julio, que hay déficit de gasolina en la entidad. En su anuncio señaló que solo los vehículos oficiales y de seguridad podrán abastecer las unidades.
Por Glorimar Fernández, Gladylis Flores, Carlos Suniaga y Melquiades Ávila.
