Tucupita.- Los restos de “Bareke mekoro" o “Padre negro" en warao ya reposan en la iglesia de San José en Tucupita, estado Delta Amacuro. El sepelio del sacerdote Josiah K’Okal se realizó pasado el mediodía de este martes, 9 de enero, después de la celebración de una misa presidida por el obispo Ernesto Romero.
La Arquidiócesis de Caracas posteó en redes sociales que la liturgia fue leída en warao, inglés, suajili y español en vista de la gran cantidad de personas de diferentes sitios del país y del mundo que asistió a la misa y que llenó el templo.
Los tres hermanos del padre K’Okal viajaron desde Kenia para participar en los actos fúnebres, que comenzaron a las 6:00 p.m. del lunes 8 con el traslado en caravana de los restos del sacerdote desde la morgue de Tucupita hasta la catedral Divina Pastora.
Al igual que en la vigilia de este lunes, un grupo de indígenas waraos y jotaraos, que es como los waraos llaman a las personas que no son de su etnia, participó en el rito eucarístico acompañando con cánticos. Juma, el coro que fundó el padre K’Okal, interpretó las canciones.
Posterior a la misa, las comunidades del pueblo warao dedicaron una danza alrededor del féretro en memoria de su defensor y cuidador.
Los Misioneros de la Consolata pidieron recordar con alegría y amor a su compañero. “Nos toca recordar al padre K’Okal como un buen ejemplo de la Iglesia católica", dijo Vilson Jochem durante la homilía de la misa del lunes, reseñada por el portal web Tane Tanae.
Caso padre K’Okal: activistas exigen al Ministerio Público investigación confiable
K’Okal y su labor con los indígenas
La comunidad warao lamenta la partida de Josiah K’Okal. Quienes acompañaron la velación del cuerpo y su sepelio aseguran que perdieron a un defensor de los pueblos indígenas. Se sienten desprotegidos y, al mismo tiempo, esperan que su labor no se olvide.
Un empleado de una organización no gubernamental que no se identifica por no estar autorizado a declarar, dijo a El Pitazo, este martes 9, que gracias al trabajo de K’Okal algunas asociaciones tendrán una base de operaciones en Delta Amacuro.
Aunque no precisó la cantidad, expresó que la idea es continuar con la defensa de los derechos humanos de los pueblos originarios y, al mismo tiempo, brindarles atención médica y educación.
“De alguna forma, vamos a continuar con su legado. Vamos a trabajar por el bienestar de las comunidades indígenas, que era algo que venía haciendo el padre desde hace algunos años", declaró.
Los hechos
El cuerpo del padre Josiah K’Okal fue encontrado el martes 2 de enero en un terreno del sector Boca de Guara, en la carretera límite entre los estados Monagas y Delta Amacuro. Estaba desaparecido desde el día anterior.
Un vecino de la zona halló el cuerpo y lo reportó a un grupo de guardias nacionales en el punto de control más cercano. Horas más tarde de su hallazgo, miembros de la Iglesia católica y de su congregación reconocieron el cadáver en la morgue de Tucupita.
Posteriormente, el director del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), Douglas Rico, publicó en Instagram que el deceso ocurrió por suicidio debido a una depresión. A la fecha, los waraos, los habitantes de Tucupita y distintas organizaciones restan valor a esa declaración debido a la fuerte convicción de vida que poseía K’Okal.
Por ello, un grupo de activistas solicitó al Ministerio Público una investigación confiable a través de un documento digital. Al respecto, los Misioneros de la Consolata se desligaron de la petición y pidieron orar por el descanso de su compañero.