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Tucupita.- El nivel de las aguas en el Orinoco comenzó su aumento desde el pasado mes de mayo con la llegada de las lluvias en el estado Delta Amacuro. La población de las comunidades asentadas en las riberas del río padre y las zonas bajas del Delta del Orinoco temen la inundación y el desbordamiento de los ríos y caños en los meses de julio y agosto; fenómeno ambiental que trae severas consecuencias en los cultivos, las viviendas y los animales que son arrastradas por las corrientes del río.
De acuerdo a los reportes oficiales de Protección Civil (PC) y la gobernación del estado Delta Amacuro, entre los años 2017 2018, unas 4.180 familias damnificadas fueron atendidas con necesidades de reubicaciónes en refugios seguros como el cerro de Karkaman y en albergues instalados en la ciudad de Tucupita.
Los habitantes de 120 comunidades asentadas en el municipio Antonio Díaz, con un aproximado de 15.000 moradores, cuestionan la poca atención que reciben. Además, señalaron que son los más afectados por las crecidas del río. Uno de ellos, Laurentino Medina, aseguró la pérdida que sufrió con la crecida más severa del río, ocurrida en el año 2018, cuando el río le arrastró todos sus animales y cosechas en la comunidad Araguaimujo.
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“Llegaron las lluvias y el río comenzó a meter agua; los embalses y las lagunas ya se encuentran bajo las aguas y los pequeños productores son los más afectados, con las pérdidas de nuestros rebaños y cultivos", señaló Medina.
Mientras tanto, los dirigentes de las comunidades comenzaron sus movilizaciones ante las consecuencias y las fuerzas impredecibles que traen las corrientes del río en los meses de julio y agosto, época del año donde el caudal del Orinoco alcanzará su máximo nivel.
El Delta medio, con una población aproximada de 8.000 habitantes, es el sector más movilizado en los meses de julio y agosto. Protección Civil y el Gobierno regional del Delta acostumbran, para esta época del año, movilizar a las familias damnificadas a los refugios, siendo el cerro de Karkaman, ubicado en el municipio Casacoima, el más tradicional con capacidad de 5.000 personas. Sin embargo, los afectados señalaron la deficiencia en los servicios esenciales como la energía eléctrica, las redes de aguas servidas y otras necesidades como la alimentación y la salud.
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