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Ciudad Bolívar.- El Tribunal Segundo de Control dictó privativa de libertad en contra de las dos mujeres que mantuvieron viviendo por cuatro meses a una niña de dos años en el centro penitenciario de Vista Hermosa en Ciudad Bolívar, también a la madre de la menor, quien supuestamente la habría regalado.
Biena Freyliner Tremaría Bermúdez, de 23 años, madre de la niña; Orelys Yubitsay Vásquez Belo, de 43 años, quien la cuidaba, y Karla Nayiredt Piñango Vásquez de 20 años, cómplice; quedaron privadas de libertad en la audiencia realizada el pasado 6 de julio, pero no se conocen los delitos por los cuales fueron imputadas.
Trascendió que Tremaría Bermúdez habría regalado a la niña de dos años a Vásquez Belo, quien la llevó a vivir a la cárcel por cuatro meses, junto a su pareja, quien está privado de libertad por robo agravado, según explicaron las autoridades militares.
El representante del Observatorio Venezolano de Prisiones en el estado Bolívar, Luis Manuel Guevara, explicó que desde que inició la cuarentena en marzo de 2020, están prohibidas las visitas en los centros penitenciarios. Además en la cárcel de Vista Hermosa solo pueden pernoctar hombres, sin mujeres, ni niños.
“Dentro de la cárcel de Vista Hermosa solo deben estar hombres que tengan boleta de encarcelación para ese centro, no deberían pernoctar mujeres y mucho menos los niños. Una niña dentro de un penal es de alto riesgo, la pregunta es cómo entró y quién autorizó el ingreso, porque debería tener algún nexo con el detenido", explicó Guevara a El Pitazo, el pasado 6 de julio.
Según las normativas venezolanas, el ingreso de un niño, niña o adolescente a un centro penitenciario debe ser autorizado por los Consejos de Protección y en caso de tener algún nexo con la persona detenida.
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Vulnerabilidad de los derechos de la niña
En este caso se evidencia la vulneración de los derechos de la niña, como indica a El Pitazo la coordinadora de Educación de la Comisión para los Derechos Humanos y la Ciudadanía (Codehciu), Eumelis Moya.
“Esta niña tuvo la violación al derecho a estar con su padre y con su madre, que son quienes la deben cuidar. La única manera en que no sea cuidada por ellos es que vaya en contra de su interés superior. Tienen derecho a criarse en una familia que les brinde todo el apoyo psicosocial", mencionó Moya.
Además el derecho de tener contacto con su padre y el resto de la familia paterna, porque la madre renunció al derecho cuando la regaló. Ni se le garantizó la protección integral al tenerla dentro de una cárcel.
“Se tenía que garantizar la integralidad y la dignidad. Podrían decir que tuvo una buena alimentación, pero no higiene. Es un hecho público y notorio que en los recintos carcelarios no hay condiciones mínimas de salud e higiene y distribución de espacios. Al llevarla a ese sitio le vulneraron el derecho a tener un nivel de vida digna y segura", detalló la representante de Codehciu.
Un psicólogo consultado por El Pitazo que prefirió no revelar su identidad, indicó que la edad de la niña era muy delicada para la estructura de su personalidad que se instala en los primeros años de la infancia. “Si esta niña fue maltratada eso genera frustración y pudiera generar algunos trastornos. Ante los ojos de un niño no saben que es una cárcel. A corto plazo, si no ha habido algún daño, la niña puede desarrollar una personalidad sana. Si pasó algo negativo, entonces si hay un riesgo. La recomendación es que lo monitoree una trabajadora social", recomendó el especialista.
Moya y Guevara insistieron en la identificación de la responsabilidad del Estado y de los funcionarios que permitieron el ingreso y la permanencia de una menor de edad, así como de la convivencia conyugal de los privados de libertad.
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