El aeropuerto de Madrid-Barajas Adolfo Suárez ha reanudado su actividad después de que la presencia de al menos un dron obligara a cerrar el espacio aéreo por más de una hora y desviar 22 vuelos, según el gestor del tráfico aéreo Enaire.
El gestor de infraestructuras aeroportuarias Aena ha informado que, entre los vuelos desviados, siete se han dirigido a Valencia, tres a Barcelona, dos a Alicante-Elche, otros dos a Valladolid y tres a Zaragoza.
La Policía Nacional y la Guardia Civil tratan de localizar al operador del dron o drones detectados sobre el aeropuerto, para lo que han desplegado patrullas en los alrededores, han confirmado a Efe fuentes de ambos cuerpo, que han agregado que se ha constituido un comité local de seguridad en el aeropuerto, en el que participan Aena, Enaire, la Guardia Civil y la Policía Nacional.
El cierre del aeropuerto se ha producido en torno a las 13.00 después de detectar la presencia de drones en el espacio aéreo, en un día ya complicado para el tráfico aéreo por la intensa niebla que cubre el aeródromo madrileño.
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Enaire recomienda a los pasajeros consultar los vuelos con las aerolíneas y recuerda que los drones no son juguetes.
La Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), responsable de la normativa de vuelos, ha aclarado que analizará la gravedad de la infracción y que en función de ello impondrá la multa correspondiente, que oscila entre 60 y 225.000 euros.
Medidas
Luego que las autoridades detectaran la presencia de al menos un dron se acordaron medidas de seguridad. Los vuelos fueron desviados a los aeropuertos de Valencia, Barcelona, Alicante-Elche, Valladolid y Zaragoza.
Tras cerrar temporalmente el aeropuerto se conformó un comité local de seguridad integrado por funcionarios de la Policía Nacional y de la Guardia Civil. El equipo realiza patrullajes alrededor del aeropuerto para dar con la persona que operaba el dron.
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Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) también recordó que según la legislación española no está permitido el uso de drones a menos de ocho kilómetros del aeropuerto. Una vez que sea detenida la persona que operaba el artefacto, esta podría ser sancionada con una multa de 225.000 euros y si tiene estudios o conocimientos aeronáuticos la multa podría ser de 4,5 millones de euros.
Situaciones similares a las del aeropuerto de Madrid-Barajas han ocurrido en los aeropuertos de Heathrow y Gatwick, el estadounidense de Newark o el Ben Gurion de Israel. Uno de los episodios de mayor gravedad ocurrió la Navidad de 2018 en el aeropuerto londinense de Gatwick -el segundo más importante del Reino Unido. El incidente provocó el cierre de las instalaciones durante más de un día. Cerca de 1.000 vuelos fueron cancelados y más de 140.000 personas afectadas.
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