El ministro de Sanidad alemán, Jens Spahn, se mostró este miércoles escéptico con respecto a la vacuna rusa contra el coronavirus, la primera registrada en todo el mundo, al tiempo que aludió a la falta de transparencia por parte de las autoridades rusas.
«El problema es que sabemos muy poco porque las autoridades rusas no actúan de manera muy transparente», afirmó el ministro en una entrevista a la emisora «Deutschlandfunk», y dijo ver «con mucho escepticismo» la vacuna rusa, entre otras cosas, porque no se ha realizado la fase 3 del estudio.
Spahn advirtió de que, a falta del estudio clínico entre miles de voluntarios, «puede ser peligroso comenzar a vacunar demasiado pronto a millones, si no miles de millones de personas», porque si sale mal, puede hacer mucho daño también a la aceptación pública de las vacunas.
LEE TAMBIÉN
Putin anuncia que Rusia desarrolló una vacuna para el COVID-19
«Me haría muy feliz si tuviéramos una primera vacuna buena, pero después de todo lo que sabemos -y ese es el problema de base, los colegas rusos nos dejan saber bien poco-, no está suficientemente probada», dijo.
Criticó, asimismo que «no se trata de ser el primero», sino de tener «una vacuna eficaz y probada, y por lo tanto también segura» con la que inmunizar a la población. «Y esa es la parte importante», subrayó.
Para tener confianza en una vacuna, es muy importante, también en el caso de una pandemia como el coronavirus, «hacer los estudios de manera limpia, llevar a cabo los correspondientes ensayos y, sobre todo, hacerlos públicos», reiteró Spahn.
El presidente ruso, Vladímir Putin, aseguró este martes que la vacuna, registrada ese mismo día en el Ministerio de Sanidad y que se comercializará bajo el nombre de Sputnik V, es «suficientemente eficaz», «crea una inmunidad estable» y «ha superado todas las verificaciones necesarias».