El presidente de Argentina, Alberto Fernández, consideró este lunes 18 de abril la posibilidad de recuperar su relación diplomática plena con Venezuela. Además, hizo un llamado a todos las naciones latinoamericanas a que revisen también sus relaciones con el país.
Este llamado lo hizo el mandatario argentino en carácter de presidente pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
El anuncio causó relativa sorpresa debido a que Argentina no tiene embajador en Caracas desde finales de 2015, cuando el expresidente Mauricio Macri rompió las relaciones con el gobierno de Maduro.
A continuación presentamos algunas claves para entender cómo ha sido la relación entre Argentina y Venezuela.
1. En 2015 Mauricio Macri rompió con la alianza política y económica entre Buenos Aires y Caracas entablada bajo la gestión de su antecesora de centroizquierda Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015).
2. Con esa decisión de Macri, el Gobierno de Argentina se alineó a los países que dentro del Grupo de Lima asumieron una posición crítica hacia el gobierno de Nicolás Maduro.
3. En 2019, cuando Alberto Fernández asumió el poder con Cristina Fernández de Kirchner como vicepresidenta, Argentina se retiró del Grupo de Lima.
4. Con la vuelta del kirchnerismo a la Casa Rosada las relaciones entre Venezuela y Argentina no mejoraron como se esperaba. Ha apoyado a Maduro en la OEA, pero le ha votado en contra en la ONU.
5. El gobierno actual de Argentina tiene presiones internas. Por un lado debe mantener contentos a grupos oficialistas de Maduro; por el otro, preservar las buenas relaciones con Estados Unidos, país clave en el acuerdo que acaba de cerrar Argentina con el Fondo Monetario Internacional.
6. El mandatario argentino tampoco había designado embajador desde que asumió el cargo. Desde 2015 la delegación argentina en Caracas está en manos del encargado de negocios, Eduardo Porretti.
7. La propuesta argentina coincide con un proceso de diálogo entre el chavismo y la oposición.
8. El acercamiento se da en medio del relajamiento de las relaciones entre Caracas y Washington, producto de las necesidades de Estados Unidos por suplir la provisión de crudo desde el inicio de la guerra rusa contra Ucrania.
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