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Caracas.- Centenares de personas marcharon este jueves, 5 de agosto, por el Malecón de La Habana para mostrar su apoyo al Gobierno cubano en un momento de creciente disenso político, crisis económica, extrema escasez y un alarmante auge de contagios y fallecidos por COVID-19.
Convocados por la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), los participantes en la caravana Por la paz, el amor y la solidaridad, recorrieron la emblemática avenida marítima en una ruta de unos 7 kilómetros con distintos medios de locomoción, con patines, bicicletas, motos y automóviles.
El recorrido finalizó en el parque 13 de Marzo, donde decenas de personas exhibieron carteles con mensajes de apoyo al Gobierno y contra el «bloqueo» de Estados Unidos (EE. UU.), además de corear las clásicas consignas revolucionarias y alabanzas al fallecido líder Fidel Castro.
27º aniversario del Maleconazo
La caravana se realizó en el aniversario del Maleconazo del 5 de agosto de 1994, cuando cientos de personas descontentas salieron a las calles de La Habana a protestar y Castro se presentó para dialogar, con algunos de ellos, frente al conocido hotel Deauville.
La marcha de este jueves se detuvo unos minutos frente a ese hotel, donde colgaba un retrato a gran tamaño de quien gobernó el país durante casi cinco décadas desde la Revolución de 1959.
A apenas un kilómetro de distancia, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, se reunió frente a la Universidad de La Habana (UH) con unos 100 jóvenes estudiantes y trabajadores, a los que invitó a presentar propuestas profesionales o sugerencias de políticas públicas, según los medios estatales.
La movilización se interpreta como un intento del Gobierno presidido por Miguel Díaz-Canel de demostrar que cuenta con el apoyo de la ciudadanía, en un momento en el que se han multiplicado las voces críticas con su gestión tras, más de 60 años de gobierno del Partido Comunista (PCC) como única fuerza política legal.
Cuba, líder de América en COVID
La caravana llegó en plena crisis sanitaria: con 1.159 casos por cada 100.000 habitantes. Cuba es en este momento el país con mayor incidencia de COVID-19 en el continente americano y el segundo del mundo, solo por detrás de Fiji, según datos oficiales.
En la isla rigen fuertes medidas restrictivas como el uso obligatorio de mascarilla, toque de queda nocturno, cierre de bares, restaurantes y playas, prohibición de viajes y limitación de horarios y reuniones, entre otras.
Las autoridades cubanas insistieron en la necesidad de mantener las medidas de protección y el distanciamiento en la caravana de este jueves, aunque en algunos momentos se observaron concentraciones de gente con mayor densidad de lo recomendable. La celebración del evento generó un aluvión de críticas en las redes sociales, algunas de ellas de profesionales de la salud.
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