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Cada 2 de febrero es el Día Mundial de los Humedales, en recuerdo de la Convención sobre los Humedales de Importancia Internacional de 1971 que tuvo como objetivo establecer lineamientos concretos para la protección de estos ecosistemas.
Ese tipo de ecosistema, vital para el planeta, son dependientes de los regímenes acuáticos, naturales o artificiales, permanentes o temporales, lénticos o lóticos, dulces, salobres y salados, incluyendo las extensiones marinas.
En Venezuela, muchos de estos sistemas húmedos, están amparados por las Áreas Bajo Régimen de Administración Especial (Abraes), pero no sólo basta con este tipo de legalidad, sino con la concientización de la población.
Según el Instituto Nacional de Estadística, se contabilizan más de 60 humedales protegidos por las Abraes. Los más importantes son: Los Roques, Lago de Maracaibo, Laguna de Tacarigua, los esteros en los llanos, Península de Paria y el Delta Amacuro.
Estos ecosistemas tienen una gran importancia socioeconómica y de productividad, tanto por su biodiversidad como por ser fuentes vitales para el desarrollo de las comunidades humanas al proveer tierras fértiles, alimentos y agua para el consumo.
Los humedales también tienen una gran importancia porque sirven como protección contra tormentas, estabilización del litoral, depuración de las aguas, retención de agentes contaminantes y áreas para el esparcimiento.
Se estima que entre 1970 y 2015, la extensión de los humedales en el mundo disminuyó 35%, tres veces más que los bosques en dicho período. Los mismos cumplen un rol clave en la mitigación del cambio climático.
