Los gobiernos de Egipto y Turquía instaron este sábado 14 de octubre a Israel a evitar castigos colectivos contra la población de Gaza, como el hambre y desplazamientos masivos, una semana después del ataque sin precedentes cometido por el grupo islamista palestino Hamás contra territorio israelí.
El ministro turco de Asuntos Exteriores, Hakan Fidan, se reunió este sábado en El Cairo con el presidente egipcio, Abdel Fatah Al Sisi. Ambos subrayaron que la población de Gaza debe tener acceso seguro y urgente a la ayuda humanitaria, informó la agencia de noticias turca Anadolu.
Durante la reunión, en la que trataron el aumento de la tensión militar en la franja de Gaza, Fidan y Al Sisi dijeron que «la situación actual supone una amenaza para la seguridad y la estabilidad de la región».
«La violencia debe cesar de inmediato y deben incrementarse los esfuerzos internacionales para garantizar la calma», agregaron los dos mandatarios, según Anadolu.
Piden medidas urgentes
En la reunión también Egipto y Turquía, dos países que tienen relaciones diplomáticas con Israel, se acordó que deben tomarse medidas urgentes y eficaces para proteger a los civiles contra los riesgos de ser desplazados.
Turquía ha comenzado a enviar ayuda humanitaria para la población de Gaza. Un tercer avión militar de carga con alimentos, material higiénico y médico llegó este sábado a Egipto para que su carga sea transportada a Gaza a través del paso fronterizo de Rafah, en el extremo sur de la franja.
Varios grupos turcos iniciaron campañas de ayuda para la población de Gaza, decenas de miles de personas rezaron el viernes en mezquitas de toda Turquía por los que perdieron la vida y está previsto que este domingo se celebre en Estambul una manifestación de apoyo para Palestina.
Hamás atacó hace una semana varias localidades del sur de Israel, y asesinó a más de 1.300 personas, en su mayoría civiles, incluyendo niños, mujeres y ancianos, que fueron abatidos dentro de sus casas.
Además, más de 100 civiles y militares israelíes fueron secuestrados y trasladados a la franja.
Israel respondió a esta agresión terrorista sin precedentes de Hamás con el corte del suministro de combustibles, agua y alimentos para Gaza, y exigió el traslado de más de un millón personas de la parte norte a la parte sur de la franja.