Caracas.- Durante los últimos años, los miembros de la banda delincuencial del Tren de Aragua han recrudecido la violencia en Bogotá, con el objetivo de liderar el microtráfico de drogas en, al menos, cinco localidades de la capital colombiana.
Así lo informó en una entrevista a Caracol Noticias el experto en seguridad, Gustavo Niño, quien recordó que esta banda opera desde una cárcel en el estado Aragua, en Venezuela, y que tiene 2.700 integrantes, casi igual a los que tiene el ELN.
“No es un proyecto guerrillero, no es un proyecto insurgente, es un proyecto exclusivamente criminal, de narcotráfico, la trata de personas y el tráfico de armas", explica el docente.
Señaló que el Tren de Aragua contrata a pequeñas bandas criminales en las ciudades y les ofrece respaldo militar, respaldo logístico y, a partir de allí, empieza a ensanchar sus negocios.
Esta actividad se ha recrudecido luego de la extradición, el pasado mes de mayo, a Estados Unidos (EE. UU.) de Dairo Antonio Úsuga, alias «Otoniel», quien era el máximo jefe del Clan del Golfo.
«Según información de inteligencia, con la extradición de alias ‘Otoniel’, el Tren de Aragua inició una disputa por los territorios del Clan del Golfo y esa confrontación es lo que hoy se traduce en un recrudecimiento de la violencia y los sicariatos«, dijo.
Las zonas más afectadas en Bogotá por la disputa de la línea de microtráfico y el territorio son Fontibón, Santa Fe, Mártires, Chapinero y Kennedy.
“Hay una gran producción de estupefacientes, producción de cocaína y de bazuco rendido y lo que está sucediendo es que se están disputando el consumo interno. Bogotá, la capital del país y la ciudad más poblada, es una plaza muy importante de disputa, por eso hemos visto cómo los últimos años se ha transformado el homicidio en Bogotá", dijo.
La banda del Tren de Aragua es liderada por Héctor «Niño» Guerrero, un hombre que tomó el mando con poco más de 20 años de edad y quien cuenta con un amplio prontuario, que incluye delitos de narcotráfico y contrabando.