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París.- El pasado lunes 21 de junio en el departamento francés Saona y Loira comenzó el juicio contra Valérie Bacot, de 40 años, por haber asesinado en 2016 a su esposo, quien abusó de ella durante más de 20 años tras obligarla a prostituirse.
Cinco años después de los hechos, Bacot es juzgada por asesinato, recordando el caso de Jacqueline Sauvage, una mujer que fue condenada a 10 años de prisión por haber matado a su marido, que también la había maltratado durante más de 40 años.
Valérie Bacot fue indultada en 2016 por el presidente de Francia, François Hollande. Ahora, se pide que los abusos que Bacot sufrió sean tenidos en cuenta en el juicio y se considere el asesinato como un acto de legítima defensa.
Su crimen se remonta a 2016 cuando disparó a su marido Daniel Polette, tras escuchar una conversación entre él y la hija de ambos, de 14 años, en la que el hombre le preguntaba sobre su sexualidad. El temor a que la prostituyera, como venía haciendo con ella, la llevó a matarlo, según confesó Bacot.
Tras un fallido intento de provocarle una sobredosis con somníferos, agarró el revolver de su marido y horas más tarde lo mató de un tiro en la cabeza, según reseña la agencia EFE de noticias.
La violencia sufrida por Bacot duró más de 24 años. Polette había sido previamente la pareja de su madre y empezó a abusar de ella a sus 12 años.
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El hombre fue condenado a dos años de prisión en 1995 tras la denuncia de unos familiares, pero su madre -violenta y con problemas de alcoholismo- la obligó a visitarlo en prisión durante ese tiempo.
Al cumplir su condena se instaló con su hijastra, de 17 años, expulsada de su casa tras quedar embarazada de Polette, como cuenta ella en su libro Tout le monde le savait (Todos lo sabían).
El hombre, que tenía 25 años más que Bacot, se casó con ella y fruto de esa relación nacieron cuatro hijos.
24 años de violencia
En el libro Valérie Bacot cuenta sobre una relación de años que tuvo con un hombre violento que la prostituía en las carreteras de la provincia, que le pegaba y la amenazaba con armas, un drama que sólo salió a la luz a finales de 2017.
Sus familiares y colegas coinciden en describirlo como un hombre violento, autoritario, alcohólico y posesivo, que dominaba el hogar imponiendo su terror, e incluso su propia hermana ha denunciado haber sido violada por él.
Bacot, quien podría ser condenada a cadena perpetua, admite que debe ser juzgada. Sin embargo, sus abogadas recuerdan el caso de Sauvage y piden que se tenga en cuenta la violencia sufrida y denunciada ante la Policía por sus hijos hasta en dos ocasiones, sin resultados.
En internet, la petición que reclama su puesta en libertad acumula más de medio millón de firmas en un contexto marcado por una concienciación creciente de la sociedad francesa sobre problemáticas como el incesto, la violencia machista y los abusos.
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