La Policía Judicial puso a disposición de la Audiencia Nacional la correspondencia del que fuera embajador de José Luis Rodríguez Zapatero en Venezuela entre 2004 y 2007, Raúl Morodo, con altos jerarcas del chavismo.
De acuerdo con el Mundo, la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) ha entregado ante el Juzgado de Instrucción número uno de la Audiencia Nacional un extenso informe en el que desglosa el contenido de las cartas remitidas durante los últimos años por Raúl Morodo, a los principales funcionarios de Hugo Chávez y de Nicolás Maduro para pedirles que le ayudaran en múltiples negocios.
El diario español señala que el embajador muestra una familiaridad extraordinaria con los jerarcas venezolanos. Por ejemplo, a la vicepresidenta Delcy Rodríguez la llama «querida gacela».
Por otra parte, en las cartas, Morodo pide que atiendan a su hijo, a través del que facturó cantidades millonarias de la petrolera estatal PDVSA, o que permitieran grandes operaciones en Venezuela a multinacionales españolas. Por las primeras operaciones, que Anticorrupción cuantifica en unos 30 millones de euros, la Audiencia Nacional mantiene como investigados al embajador, a su mujer y a su hijo, a los que atribuye delitos de corrupción internacional y contra la Hacienda pública, señala El Mundo.
Lo reportado por El Mundo es que en algunas de las comunicaciones intervenidas a Morodo elogiaba al expresidente Hugo Chávez, por su «oportuna, inteligente y exitosa» manera de «reconducir el viejo tema colombiano» y al que le pide así una cita: «Si tus ocupaciones te lo permiten, me agradaría darte un abrazo»; al exministro de Energía, Rafael Ramírez, al que agradece «muy de veras» el «apoyo a mi hijo Alejo», o a Diosdado Cabello, al que contaba que su hijo «estará unos días en Caracas y dejará una carta en la Secretaría de la Asamblea Nacional», en referencia a otra intermediación para sus negocios.
El caso Morodo
En mayo de 2019, la Policía Nacional de España realizó varios registros en oficinas y casas vinculadas al exembajador Raúl Morodo, cuya avanzada edad le evitó ser arrestado pese a que las autoridades españolas lo consideraban uno de los presuntos cabecillas de la trama de corrupción.
No obstante, sí fueron detenidos su hijo Alejo Morodo y un supuesto socio de este, debido al presunto cobro de unos pagos de Pdvsa a través de diferentes empresas de Raúl Morodo, por motivo de distintas labores de asesoramiento que nunca habrían llegado a realizarse. Las facturas de Pdvsa presentaban la firma del secretario general de la estatal, Juan Carlos Márquez Cabrera, mano derecha del expresidente de Pdvsa y exministro de Petróleo, Rafael Ramírez Carreño.
El 18 de julio de 2019, Márquez Cabrera fue detenido a su llegada al Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, tras lo cual accedió a colaborar con la justicia española en la investigación. En el transcurso de la misma, Márquez Cabrera reconoció haber firmado las citadas facturas en nombre de PDVSA. Veinticuatro horas después, el cadáver de Cabrera apareció en unas oficinas en Mirasierra, de Madrid, con una nota de suicidio.
El 20 de septiembre de 2021 Raúl Morodo volvió a comparecer ante el juez Alejandro Abascal y la Fiscalía Anticorrupción. Posteriormente lo hicieron también su mujer Cristina Cañeque de Sola, su hijo Alejo Morodo y su mujer Ana Catarina Varandas. En su primera comparecencia reconoció 84.000 euros por un préstamo; pero el ministerio de Hacienda maneja la cifra de medio millón de euros de PDVSA desde una empresa de su hijo Alejo, y de otros 604 000 euros en una cuenta conjunta.