Caracas.- Luego de poco más de dos semanas del mayor ataque cibernético a una infraestructura petrolera en Estados Unidos, el desabastecimiento de combustible en la coste este del país persiste, con largas colas de vehículos que buscan surtir –a pesar del aumento del precio de la gasolina– y otras muchas estaciones cerradas.
La empresa Colonial Pipelines, que maneja la más amplia red de oleoductos en esa región, pagó el rescate exigido por un grupo de ciberdelincuentes e inmediatamente comenzó a retomar sus operaciones, aunque reconocieron que normalizar el suministro podría tardar algunas semanas.
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Aún este 24 de mayo, más de la mitad de las estaciones de servicio entre Alabama (sureste) y Washington DC (capital de Estados Unidos – noreste) aún tienen problemas para solicitar y recibir cargamentos de combustible.
Además, al menos una docena de estados han declarado estado de urgencia y piden a sus habitantes evitar viajes innecesarios, según reseña el portal RPP Noticias.
Colonial Pipelines notificó a sus clientes que aún presentan problemas en su plataforma para la solicitud y envío de combustibles a sus estaciones.
En es escenario, las compras por pánico han acrecentado el desabastecimiento y elevado los precios de la gasolina, que superó la barrera de los 3 dólares por galón (3,78 litros), el más alto desde 2014, según la Asociación Estadounidense del Automóvil, reseñados por El Economista.
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El portal GasBuddy, dedicado a la comparación del precio de la gasolina en el país y citados por el portal DallasNews, destaca que los estados con mayor escasez son Carolina del Norte, con hasta un 65%, mientras Georgia, Carolina del Sur y Virginia registran un 42% de desabastecimiento.
La red de Colonial Pipelines proporciona combustible al 45% del mercado de la costa este de EE. UU., y transporta diariamente hasta 2,5 millones de barriles de gasolina, diésel y combustible de aviación desde las refinerías del golfo de México y el este del país.