El director del Departamento de Seguridad Pública de Texas, Steven McCraw, ofreció una rueda de prensa este viernes 27 y reconoció que los agentes tomaron una «decisión equivocada» al retrasar su ingreso en el aula de la escuela primaria Robb de Uvalde, Texas, durante el ataque ocurrido el pasado 24 de mayo y en el que fueron asesinados 19 niños y 2 maestras.
McCraw dijo que 19 agentes policiales esperaron durante 40 minutos en un pasillo fuera del salón de clases en el que se atrincheró el atacante, Salvador Ramos, debido a que el policía al mando decidió que la situación no requería el protocolo de tirador activo.
«El mando policial consideró, de forma errónea, que una vez que Ramos descargó su rifle de asalto contra una clase, ya no había más niños en riesgo», dijo Steven McCraw, precisando que sí había más menores en riesgo, como es el caso de Miah Cerrillo.
Esta pequeña logró sobrevivir esparciendo la sangre de una compañera sobre su cuerpo, haciéndose la muerta para evitar que el atacante volviera por ella, según la información reseñada por ABC.
En la clase de al lado quedaban muchos niños en peligro y estaban escondidos. Dos de ellos hicieron llamadas a emergencias y rogaron que enviaran a la policía; sin embargo, Ramos pasó una hora atrincherado en la clase sin que los agentes hicieran nada.
El joven armado estacionó su auto cerca de la escuela alrededor de las 11:30, dijo McCraw, y entró poco después, pero no fue sino hasta las 12:51 pm cuando una unidad táctica abrió la puerta, entró y lo mató.
Dolor e indignación en Uvalde, Texas
Pasan los días, pero aún sigue intacta la incertidumbre de los familiares y vecinos de las víctimas del tiroteo. El pasado jueves 26 de mayo, a las afueras de la escuela primaria Robb, se rindió homenaje a las víctimas con cruces blancas en las que estaban sus nombres.
Este viernes los familiares de los niños y las maestras fallecidas también protestaron para exigir mayor control sobre la compra y tenencia de las armas en Estados Unidos.