Este jueves, tropas de Rusia seguían por tercer día consecutivo con el asalto a la fábrica de acero Azovstal de Mariúpol, en Ucrania, según informó tanto el Regimiento Azov, la unidad militar que defiende la instalación siderúrgica, como fuentes de la policía ucraniana.
“Ya van tres días de asalto activo en el recinto de la planta Azovstal", indicó el subcomandante del Regimiento Azov, Svyatoslav Palamar (“Kalina"), quien agregó que hay combates contínuos.
En declaraciones a la cadena digital Hromadske recogidas por la agencia Unian, Palamar agregó que no hay evacuación de civiles de la planta.
El asesor de la Presidencia ucraniana, Oleksiy Arestovych, aseguró en televisión que los combates continúan, pero que los defensores ucranianos lograron expulsar a los rusos del recinto.
A más de dos meses de la guerra
El pasado 24 de febrero Vladimir Putin, presidente de Rusia, inició una ofensiva días después de reconocer la independencia de dos territorios ucranianos con presencia de separatistas.
Putin tenía el fin de ingresar a Ucrania, desarticular el ejército local y derrocar al gobierno legítimamente electo de Volodímir Zelenski. A más de dos meses del ataque no ha logrado sus objetivos, pese a haber avanzado sobre suelo ucraniano.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) declaró una emergencia en Ucrania de nivel 3, el más alto de la agencia.
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Acnur cifró en más de 5,5 millones los refugiados que han huido de Ucrania a naciones cercanas y en más de 7 millones los desplazados dentro del mismo país, según estimaciones oficiales informadas el 1 de mayo.
Expertos en alerta
La desinformación sobre los refugiados que huyen de la guerra detectada en países cercanos, como Polonia y Rumanía, es preocupante y hace temer a analistas y expertos su reproducción a gran escala en otras naciones europeas cuando disminuya la solidaridad generada por el conflicto.
Así lo advirtió el coordinador de Verificación del Observatorio Europeo de Medios Digitales (EDMO), Tommaso Canetta, en una conferencia internacional organizada el pasado viernes por dicha institución en Milán, para analizar la actual crisis de desinformación.
Según señaló Canetta, medios de comunicación e investigadores académicos deben estar “preparados para luchar contra este tipo de desinformación" porque puede tener un gran impacto en la cohesión y situación política de las sociedades europeas.
En su análisis del impacto de la guerra de Ucrania en la viralización de contenidos falsos, Canetta destacó el récord que ha supuesto que el conflicto bélico haya ocupado un 59% de la circulación de contenidos engañosos, una cifra que con la pandemia del COVID-19 se situó en el 51,5%.
Añadió que gran parte de los argumentos expuestos en esas publicaciones engañosas coinciden con la posición oficial de Rusia, aunque advirtió de que es difícil determinar la autoría de esas afirmaciones falsas.
El EDMO aglutina a 26 miembros de una red que se extiende a otros países de la Unión Europea y Noruega, de la que forma parte Efe Verifica.
Con información de Efe.