Caracas.- La autoridad judicial que investiga el caso de las dos niñas asesinadas en Tenerife por su propio padre determinó que es imposible continuar con la búsqueda de los cuerpos de Tomás Gimeno (padre) y Anna, la niña de un año de edad, por lo que autorizó la marcha del buque de rastreo «Ángeles Alvariño».
La decidión ocurre este miércoles, 30 de junio, y 20 días después de que fuera localizado el cuerpo de Olivia, la hermana mayor, quien también fue asesinada y lanzada al mar por su progenitor. El cadáver se halló a unos 1.000 metros de profundidad, dentro de un bolso de deporte lastrado al ancla de la embarcación.
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«El técnico califica de completamente inabordable la exploración en la zona donde se busca al presunto asesino de sus hijas y a la menor de ellas. A partir del peritaje realizado, los investigadores temen que el cuerpo del presunto asesino haya rodado hacia una zona fuera de la capacidad de búsqueda de los científicos», dijo el Tribunal Superior de Justicia de Canarias.
«Dadas las corrientes en el fondo, no se puede asegurar que un cuerpo lastrado con un cinturón de buceo no se desplazaría rodando pudiendo llegar a un lugar no determinado y, por tanto, fuera de la capacidad de búsqueda de que disponemos», indican.
«El fondo cambia considerablemente pasando de ser una zona idónea para la búsqueda a todo lo contrario. Se convierte en una zona muy escarpada con gran cantidad de barrancos y grietas».
Según el informe, la profundidad de la orografía impide asegurar que en algunos de estos recovecos se encuentre «el cuerpo de Tomás o algún otro objeto procedente de la embarcación».
Caso de Olivia y Anna
Las niñas Anna y Olivia desaparecieron el 27 de abril con su padre, después de que no las devolviera a la madre, en contra de lo que tenían pactado. Él es el principal sospechoso del soble asesinato, pues esa noche le dijo a su exesposa que no volvería a verlas.
Según la investigación, Gimeno, de 35 años, «de manera deliberada quiso colocar a su expareja y madre de sus hijas en la incertidumbre acerca de la suerte o destino que habían sufrido en sus manos Olivia y Anna».
Las indagaciones que se han hecho arrojaron tenía un historial delictivo y de violencia en contra de la madre de las niñas, Beatriz Zimmermann. desde que se rompió la relación, hace cerca de un año, Tomás dedicó a su expareja un trato vejatorio y denigrante.