El expresidente de Bolivia, Jorge «Tuto» Quiroga, acusó al ahora también exmandatario Evo Morales de pretender desestabilizar al país «desde la comodidad de México», país al que fue asilado tras renunciar el pasado 10 de noviembre.
Durante una entrevista concedida al diario peruano El Comercio, dijo que el gobierno del mexicano Manuel López Obrador deberá hacerse responsable por las acciones de Morales, quien ha convocado a sus seguidores a salir a la calle a rechazar lo que califica como un «golpe de Estado».
«En la medida en que México siga permitiendo que Morales llame a incendiar Bolivia, todo puede complicarse. En la medida en que México siga permitiendo la generación de convulsión, tendrá que hacerse responsable de lo que suceda», afirmó Quiroga, quien además alertó sobre la presencia de agentes cubanos y venezolanos en las marchas a favor del expresidente indígena.
Desestimó la afirmación de que Morales renunció debido a la sugerencia de las Fuerzas Armadas, afirmando que se trató de un «montaje» de Morales orquestado junto al comandante Williams Kaliman, a quien señaló de ser «un hombre servil al gobierno», con el fin de imponer la narrativa de un golpe. En cambio, atribuyó la caída de Morales a la presión ejercida por la renuncia de varios miembros de su gabinete y al informe de la auditoría hecha por la Organización de Estados Americanos.
Sin embargo, reconoció que Morales habría sido más peligroso dentro del país y que está mejor en México, aunque no evitó resaltar la ironía de ver fuera del país a un mandatario que solía criticar a quienes se exiliaban por tener procesos abiertos con la justicia.
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«Cada vez que alguno de los que él perseguía se iba del país, él decía que quien escapa es un delincuente confeso. Es hora de aplicarle de su medicina, es un delincuente confeso que desde la comodidad de México ahora quiere incendiar Bolivia», acotó.
Ante la escalada de la ola de violencia que padece el país, rechazó las denuncias de represión hechas contra los cuerpos militares y policiales, a quien en los últimos días se les ha acusado de ser responsables por la muerte de 23 personas, además de cientos de heridos.
«Los soldados y policías no van a salir a reprimir al pueblo. La última vez que lo hicieron fue con Sánchez de Lozada aún en el poder, en 2003. Ya aprendieron la lección. Quienes los mandaron a reprimir, Sánchez de Lozada y Sánchez Berzaín, están hoy felices en Miami y Washington, mientras que muchos militares acabaron presos. No se va a meter plomo al pueblo», acotó.
Sobre la presidenta interina Jeaninie Áñez, indicó que tiene «el mandato concreto y claro de convocar nuevas elecciones en la breverdad posible, aunque reconoció que ve difícil el cumplimiento de los lapsos, pues primero se necesita nombrar a los miembros del Tribunal Supremo Electoral y reformar toda la estructura de la institución.
«Tienen que garantizarse elecciones limpias, pero con un sistema electoral podrido como el que teníamos, pues yo creo que cualquier experto le va a decir que logísticamente rearmar el andamiaje institucional requiere un tiempo mayor que el originalmente planteado», apuntó.
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