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Valera.- Los habitantes de los municipios San Rafael de Carvajal y Pampán, en el estado Trujillo, tienen tres meses sin ser atendidos por el aseo urbano de sus alcaldías. Esto los pone en riesgo de enfermedades infecciosas, debido a la proliferación de moscas y malos olores.
En la comunidad de El Amparo, en Carvajal, tienen que acumular los desechos dentro de las casas y esperar pase el camión. “Yo tengo que acumular la basura hasta que ellos se dignen a pasar. No tienen un horario, nada. Dicen que el camión está dañado, no tiene aceite. El problema es que hay un solo vehículo para todo el municipio", contó a El Pitazo Jesús Mendoza, propietario de un taller de papelería, en la noche de este miércoles, 19 de febrero.
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Otros ciudadanos han tenido que pagarle a particulares para desechar la basura, pero a riesgo de ser amonestados por las autoridades. Indican que es peligroso tener esta contaminación puertas adentro.
Esta misma situación la padecen los habitantes del sector San José, del municipio Pampán. Tienen tres meses sin poder botar sus desperdicios, pues la alcaldía no envía camiones a recoger. Esto preocupa a la ciudadanía, pues hay quienes provocan incendios.
Pampán sin agua
No obstante, esta no es la única problemática vivida por los pampanenses, quienes tienen años sin un servicio de agua potable de calidad. De esta manera lo expresaron a la ONG Creces, que visitó el sector, la noche de este miércoles, 19 de febrero.
José Viera, uno de los afectados, explicó que la alcaldía se olvidó de ellos y nunca les colocó las tuberías para conectarlos al sistema del acueducto local.
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“Hay un proyecto, pero se quedó en veremos. Hay unas tuberías que se lograron en el inicio, pero no se ha finiquitado su instalación", dijo Viera.
Jorge Luque, otro de los ciudadanos perjudicados por la falla del servicio, explicó que están conectados con una manguera a una toma, pero esto no es una solución para la mayoría de la población.
“Tenemos unos proyectos para traer el agua directamente de Pampán al sector, pero se ha conseguido una parte, que son estas mangueras, pero hasta ahí llegó. La parte alta es la que más sufre», contó Luque.
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