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San Cristóbal.- Los llamados caminantes, aquellos venezolanos que caminan desde sus estados para emigrar, se observan día a día en el estado Táchira. Con morrales y maletas, cada día se ven grupos de personas transitar por Táchira para llegar a la frontera con Colombia.
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Desde el pasado 14 de marzo de 2020 fue cerrada la frontera de Venezuela con Colombia, ante los primeros casos positivos de COVID-19 en ambos países. El paso de personas que registraba Migración Colombia en ese entonces, era hasta de 25 mil personas que iban a diario a comprar alimentos, medicamentos o cualquier producto.
Con el cierre de los puentes internacionales y la cuarentena en las dos naciones, la migración venezolana se paralizó por unos meses, hasta que con las semanas de flexibilización decretadas por Nicolás Maduro, comenzaron a observarse venezolanos caminantes vía a la frontera.
Los puentes internacionales siguen cerrados pero las personas siguen llegando al Táchira, atravesando San Cristóbal, los municipios del eje fronterizo hasta llegar a San Antonio del Táchira, por donde cruzan hasta Colombia a través de caminos irregulares o trochas.
Desde la segunda semana de enero está prohibido el transporte de autobuses desde y hacia el estado Táchira, por lo que la única opción que tienen las personas es caminar, sin importar los cierres formales ni las extensas distancias entre un estado a otro.
Colombia ha extendido el cierre de sus fronteras en tres oportunidades pues en comunicados oficiales explican que las condiciones de la pandemia no están dadas para retomar el flujo de movilidad que usualmente registraba con el ingreso de los venezolanos.
Cada día se observan en las calles y avenidas a los caminantes con zapatos que no son deportivos, cargando bolsos pesados, pidiendo colas a quienes pasan en camiones o camionetas y sin dinero para hidratación o alimentación.
