Mérida.- Electrodomésticos dañados, comercios afectados, telecomunicaciones caídas, estaciones de servicio paralizadas, educación virtual y teletrabajo suspendidos son algunas de las afectaciones que causan los prolongados y continuos apagones en Mérida, así como las constantes fluctuaciones de voltaje. Por todo esto, que genera el hastío y la desesperación, los afectados protestaron en tres municipios del estado, este lunes y martes santos.
En Tovar salieron a quemar cauchos en la calle el lunes 11 de abril. En El Vigía, municipio Alberto Adriani, hicieron lo propio anoche, 12 de abril, en la avenida Don Pepe Rojas. En la capital del estado, municipio Libertador, residentes de la urbanización Humboldt tocaron cacerolas este martes para descargar su molestia, tras sumar más de 10 horas continuas sin servicio eléctrico.
«En Mérida, Av. Las Américas sector Humboldt llevamos más de 10 horas continuas sin servicio eléctrico. Esto es inaguantable. Es un crimen», escribió en Twitter el profesor jubilado de la ULA Arnoldo París, a las 10:11 pm del martes santo.
Hasta la fecha, ni la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) ni el ministro para la Energía Eléctrica, Néstor Reverol, han informado sobre la causa del aumento de los apagones en la región andina del país. El Plan de Administración de Cargas (PAC), que publica diariamente Corpoelec en sus redes sociales, no se cumple.
Sectores también sin agua
Además de padecer hasta cuatro cortes de luz en un mismo día, que suman a veces más de 15 horas sin servicio eléctrico, los daños causados en diques-tomas durante las lluvias también mantienen sin servicio constante de agua a más de la mitad del municipio Campo Elías y las parroquias Jacinto Plaza y Arias del municipio Libertador. En el municipio Alberto Adriani también falla constantemente este servicio.
«Anoche a las 12 fue que llegó el agua, pero un hilito que no duró ni media hora. Yo llevo más de una semana sin poder usar la lavadora. Las cisternas de agua que llegan es a la alcaldía, y yo vivo lejos, para la parte baja de Ejido. Mi esposo fue el lunes a buscar agua a los bomberos en una carretilla, pero él quedó afectado después de que le dio COVID-19 el año pasado y no puede estar cargando peso», dijo a El Pitazo Mary Arellano, habitante del municipio Campo Elías.
Yasmín Ardila, residente del municipio Alberto Adriani, también rechazó, a través de Twitter, los constantes apagones y la falta de agua que padece en esta época cuando las altas temperaturas tornan más caóticas las fallas de estos servicios básicos. «14 horas sin luz diarias en El Vigía, estado Mérida, con temperaturas que pueden llegar a los 40°, solo 6 días de agua en el mes. Tortura pura y dura, que calvario esta revolución y sus cómplices», escribió anoche la afectada.
En Táchira y Trujillo también han aumentado los apagones y las fallas eléctricas, con suspensiones que, incluso, superan las 17 horas sin luz en un mismo día. Un reportaje del Diario de Los Andes muestra la sequía en la que se encuentra el Complejo Hidroeléctrico Uribante-Caparo, situación agravada por falta de mantenimiento y prevención y por el aumento de la tala en los alrededores de los embalses.
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