Valera.- La estación de servicio del mercado municipal de Valera, en el estado Trujillo, fue designada por las autoridades para la atención exclusiva del transporte público, específicamente para 15 líneas de los municipios San Rafael de Carvajal, Motatán, Urdaneta, Rafael Rangel, Escuque y Monte Carmelo. Incluso atiende una ruta Valera-Timotes, en el estado Mérida.
José Colls, encargado junto con otros transportistas de organizar la fila, informó que se han visto afectados por la disminución de combustible para la región. Anteriormente, más de 175 unidades de las rutas suburbanas recibían hasta 80 litros o llenaban el tanque completo, pues una gandola llegaba diariamente al establecimiento.
La frecuencia de las unidades ha cambiado. La asignación de Pdvsa es interdiaria y los conductores deben permanecer hasta un día y medio para comprar gasolina. Les permiten llenar 70 litros, la mitad del tanque, o apenas 50 litros.
«Tuvimos que tomar el control de la estación para evitar que llenen a particulares, porque tenemos que defender lo poco que llega. Son 13.000 litros, de los cuales corresponden 70 litros para más de 100 busetas. Los de Valera- Carvajal, por ejemplo, con esa cantidad dan seis vueltas o cinco, para dejar la reserva en el tanque. El transportista está haciendo un gran esfuerzo», expresó Colls.
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Algunos conductores, quienes hacían la cola este viernes 11 de octubre, comentaron que no siempre son 13.000 litros. Las gandolas, a veces, llegan con menos cantidad y eso los condiciona a un mayor racionamiento. No todos logran abastecerse el mismo día y quedan rezagados.
«Antes no había rezagados, pero ahora como están dejando 9.000 litros, se complica. No debería ser porque hay muchos compañeros. Están regulando a 50 litros por unidad. Eso no es suficiente para las rutas largas. Yo cubro hasta Jiménez y eso me alcanza hasta las cinco de la tarde», declaró Ramón Moreno, de la línea Valera-Carvajal.
Edison Duarte, otro transportista de la línea Valera- Motatán, detalló que hay quienes dejan los vehículos varados frente a la bomba.
«Si les pones 50 litros, al otro día se aglomeran todos aquí. Yo estuve ayer, volví después de medio día y no llegó la gasolina. Hoy sí llega. Hay otros compañeros peor que yo, no se pueden mover y dejan el carro aquí», relató Duarte.
La situación de la gasolina perjudica a los usuarios del transporte, especialmente a los residentes de otros municipios.
Después de las seis de la tarde son pocas unidades las que prestan el servicio y los usuarios deben esperar largos períodos de tiempo para irse a sus hogares.
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