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Mérida.- Por tiempo indefinido estará fuera de servicio el incinerador de desechos biológicos del Instituto Autónomo Hospital Universitario de Los Andes (Iahula), principal centro asistencial y centinela del estado Mérida, debido a que delincuentes aún sin identificar se robaron del quemador de este equipo ayer domingo, 24 de enero.
«Desde hoy, 24 de enero de 2021 y por tiempo indefinido, el incinerador del Iahula se ha paralizado por el hurto del quemador inferior de la cámara de pirolisis. Este hurto ocasionará graves problemas para la institución porque en ese equipo se incinera todo el material biológico de desecho; al no contar con el incinerador los materiales biológicos se acumularán en la institución lo cual puede acarrear graves consecuencias de saneamiento en quirófanos, sala de partos y servicios de emergencia», señala un comunicado emitido por la Sociedad Médica del Iahula y la Sociedad de Médicos Internos, Residentes y Rurales (Somirr) del estado Mérida.
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A través de las redes sociales oficiales del Iahula también se informó del hecho y se indicó que este hospital es constantemente víctima de robos y hurtos. El escrito de las referidas sociedades médicas, por su parte, señala que todas las semanas ocurren hechos de este tipo en los espacios del hospital, donde ladrones han cargado con equipos médicos, instalaciones de servicios básicos, insumos asistenciales, bienes personales de los trabajadores y hasta vehículos. También reportan agresiones al personal de la institución por parte de los antisociales.
Impunidad y desidia
«La mayoría de las veces las denuncias de estos hechos no son procesadas e
investigadas debida y oportunamente por parte de las autoridades, esgrimiendo
todo tipo de pretextos. Cuando la vigilancia interna del hospital atrapa estos
maleantes y los entrega a las autoridades, al cabo de pocos días los vemos
rondando de nuevo por el hospital», dice el comunicado.
Los médicos exigen a las autoridades competentes que destinen una brigada policial para la protección permanente del hospital, sus usuarios y trabajadores, así como planes y protocolos de actuación que involucren rondas de vigilancia periódicas, labores de investigación y actuación oportuna cuando ocurran hechos delictivos.
En junio de 2019 fue robado un recién nacido del Iahula y, hasta la fecha, ni el bebé ni quien lo robó han sido localizados.
