Valera.- Tres personas fallecieron en tres días seguidos a causa del COVID-19 en el municipio Pampán, del estado Trujillo. Esto según lo manifestaron habitantes de la parroquia La Paz en la mañana de este jueves 7 de enero.
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Una de las víctimas del virus fue Jhoan Daniel Piñero Matos, de 43 años de edad, quien estuvo recluido en el Hospital Dr. José Gregorio Hernández de Trujillo, desde el 1° de enero, y falleció el 4 de enero, pese al esfuerzo de los médicos.
De acuerdo a sus familiares, Piñero tenía una enfermedad cardíaca, la cual pudo influir en las complicaciones. Era padre de tres jóvenes y distribuidor de productos Pepsi en 10 municipios de la región.
Dos vecinos de la parroquia
Mientras él estuvo hospitalizado, exactamente el 3 de enero, una de sus vecinas, de nombre Mireya, falleció. La dama también era residente de la parroquia La Paz y, según los declarantes, se trataba de una señora de avanzada edad.
Igualmente, el virus cobró la vida de una tercera persona durante esta semana de enero. Sus conocidos lo identificaron como William Umbría, de 60 años de edad. Umbría, quien padecía de diabetes, murió por complicaciones este 5 de enero.
Entierros sin bioseguridad
Estos eventos seguidos generaron preocupación en algunos habitantes, quienes manifestaron que uno de los entierros de los contagiados, se hizo sin las medidas de bioseguridad requeridas para evitar su propagación.
“Cómo es posible esto. Por algo hay tanto hermetismo y seguridad al manejar cadáveres productos del COVID-19, en otros países. Por algo hasta los incineran de inmediato", dijo una habitante de la comunidad quien pidió reservar su identidad.
Los familiares de Jhoan Piñero, uno de los fallecidos, desestimaron estas acusaciones. Comentaron que las autoridades estuvieron presentes en el sepelio y quienes se acercaron al cementerio, a despedir al comerciante, lo hicieron por su voluntad.
“Fue algo muy propio del pueblo. Se tomaron las normas de distanciamiento, pues las personas que llegaron ahí porque lo conocían. La familia en ningún momento convocó, la gente fue bajo su responsabilidad y apenas duró cuatro minutos», dijo Leonel Matos, tío del hoy difunto.
Piñero, en palabras de su tío, era un hombre bondadoso con la comunidad, pues ayudaba con bolsas de comida sin esperar nada a cambio. Su muerte, enfatizó Matos, fue lamentada por gran parte de la población.
Abandono del alcalde
Por otro lado, los habitantes de la población de Monay, en Pampán, pidieron a las autoridades de Protección Civil realizar jornadas de desinfección constantes y no solo una de manera esporádica.
A juicio de los declarantes ha aumentado el número de contagios y hay muchas personas en aislamiento en sus casas.
Denunciaron que el alcalde, Stalin Nava, los tiene abandonados. Aunque la población ha acatado la cuarentena, las calles tienen acumulación de basura, pues hace tres meses que el aseo no la recoge. «En la Plaza Bolívar hay un perro muerto desde hace cuatro días, el aseo urbano no pasa desde hace tres meses. Tenemos la contaminación ahí mismo» dijo otro residente del casco central de Monay.