Valera.- Los motorizados tampoco escapan a la escasez de gasolina, en el estado Trujillo. Aunque este tipo vehículos consumen poco combustible, son obligados a hacer fila en una sola estación de servicio y surtirse cada tres días.
En el caso del municipio Valera, los motorizados son atendidos solamente en la estación El Bolo, ubicada cerca del mercado municipal. No obstante, deben compartir el combustible con los conductores de otros tipos de vehículos.
Situación que ellos consideran injusta, pues muchas veces se quedan sin gasolina y deben comprarla a revendedores o pedirla prestada. El tanque de sus motos varía en capacidad desde 6 a 30 litros, los cuales dependiendo del uso y las distancias, les dura de una semana a dos días.
Taxista de la familia
Alí Rubio, quien esperaba en la fila desde el amanecer de este miércoles, 9 de octubre, comentó que a él, la gasolina no le alcanza una semana, pues se ha convertido en la solución de transporte para sus familiares.
«A mi me llama mi mamá, mi papá para decirme » Mire dónde está, venga y me busca» soy el taxista de ellos, porque no hay gasolina y tampoco transporte. A mí no me dura. Sería bueno que no sea solo aquí, sino en todos lados o si es aquí, pero solo a nosotros» comentó Rubio.
En la cola, diariamente, esperan entre 200 y 300 motorizados, a quienes los Guardias Nacionales les quitan el carnet de circulación, título de propiedad o anotan las placas para ordenarlos. Eso cuando llega la gandola de Pdvsa, porque con la disminución de la cuota estadal, a este local llegan 13000 litros, cada cuatro días.
Cuando no viene el despacho de Pdvsa, deben irse, por lo cual pasan una semana sin surtirse.
«Debería ser en todas las estaciones, porque este es el medio de transporte de uno. Aquí prácticamente nos surten una vez a la semana y mientras que haya. A mi me caben trece litros y me dura una semana y depende del uso» dijo José Araujo, otro usuario de la gasolinera.
Cobros y amiguismo
Algunos de los entrevistados comentaron que la exclusión de los motorizados en las demás estaciones, ha creado algunos vicios.
«Así dicen a mi no me ha pasado. Trato de esperar que me toque el día aquí, pero esos son los comentarios de algunos motorizados que cobran hasta cinco mil bolívares» contó Araujo.
Otros, quienes no quisieron decir sus nombres, cuentan que si conocen a los bomberos, les hacen el favor y por agradecimiento le llevan un pan.
Otros contaron sus malas experiencias con los funcionarios de seguridad.
«Nos vemos afectados porque tenemos que esperar tres días para volver a llenar y en otras estaciones nos tratan mal, nos vejan, nos despachan como un animal, los miembros de la Guardia Nacional» manifestó Hernán Gómez.
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