Áreas del hospital de Acarigua están contaminadas por cadáveres en descomposición en la morgue

Sala de parto y el único quirófano operativo del JM Casal Ramos están prácticamente cerrados debido al olor a putrefacción que impregna varias zonas del primer centro asistencial del norte de Portuguesa

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Pacientes, familiares y el personal debe usar tapabocas para pasar por el lugar.
Pacientes, familiares y el personal debe usar tapabocas para pasar por el lugar.

Acarigua.- Los ductos del aire acondicionado del área de reducción de fracturas del Hospital Dr. Jesús María Casal Ramos de Acarigua-Araure, en Portuguesa, no soplan viento fresco sino un hedor a carne descompuesta.

Quienes pasan por el lugar o se mantienen entre el área de espera, las escaleras, los ascensores, sala de parto o quirófano deben tener tapabocas o en su defecto un trapo. Las moscas no se hicieron esperar. Familiares, pacientes y trabajadores se ven afectados por la situación.

Sala de parto y quirófano fueron prácticamente cerrados la tarde de este martes 5 de noviembre por la contaminación que se presentó, a causa del olor que desprendían dos cadáveres en estado de descomposición que fueron ingresaron el fin de semana a la morgue del centro de salud. Los cuerpos se deterioraron al no recibir refrigeración, pues la cava esta fuera de servicio desde hace al menos seis meses.

Uno de los cadáveres aún permanece en la morgue.

Una cirugía de estricta emergencia se realizó en el único quirófano que funciona en este centro asistencial, que atiende no solo a pacientes de los municipios Araure y Páez, sino también otros del cono norte de la entidad, e incluso de algunos pueblos que limitan con el estado Lara.

Solo estrictas emergencias están atendiendo por la pudrición que llega aquí. No es posible que hace un mes estaban los gobernantes en tremendo bochinche, gastándose dólares en tres días de rumba con artistas y todo. Nuestras familias hoy están en riesgos, no solo mi esposa y mi hijo que está por nacer, también los hijos de otros peligran por esta contaminación", denunció con indignación Douglas Pérez, quien por 12 horas aguantó el olor a putrefacción esperando que su mujer fuese atendida, sin éxito.

El hombre hacía referencia a la millonaria feria que la Alcaldía de Araure realizó en octubre en honor a la Virgen del Pilar, patrona del municipio. 

En el área de reducción de fractura el olor empeoraba.

Al final de la tarde, como a muchas otras, a Norleydis Peraza el equipo médico y de enfermeras le indicaron que no podían atenderla en las circunstancia en la que estaba el centro asistencial, por lo que la enviaron a su casa –ubicada en el municipio Ospino- y le pidieron regresar en cuatro días, pese a que su embarazo está en el tiempo final.

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El personal de enfermería firmo un acta explicando la situación y la entregaron a la dirección del recinto hospitalario, donde no es la primera vez que se registra un incidente de este tipo.

Según lo precisado por trabajadores del hospital, dos cuerpos de los más de cinco cadáveres que fueron ingresados por muerte violenta este fin de semana no estallaron completamente, pero estuvieron a punto de hacerlo.

Uno fue identificado como Orlando José Roja Torres, de 31 años, quien recibió un disparo. El cuerpo fue localizado en la carretera principal del sector 3 del caserío Quebrada Seca, municipio Araure. Sus familiares pudieron retirarlo la tarde de este martes.

El otro cadáver, que pertenece a un hombre que murió en un supuesto enfrentamiento con funcionarios de la Policía del estado Portuguesa, hasta la noche de este martes continuaba dentro de la morgue, lo que amenazaba con agravar la contaminación que se vive en este centro asistencial.

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