Acarigua.- Los vecinos de los barrios Páez y Bella Vista I afrontan varios problemas por la deficiencia de los servicios públicos, pero comparten uno. La calle que comunica estos dos sectores, ubicados en Acarigua, estado Portuguesa, se ha convertido desde hace varios meses en una laguna de aguas putrefactas.
La red de cloacas que comparten estas dos comunidades ha colapsado, y afecta a todos los habitantes de la calle 37, donde hay entre 20 y 25 casas. Pese a haber denunciado el foco de contaminación que se ha generado, las autoridades local se han hecho los desentendidos, y la única respuesta que han dado es que sean los mismos perjudicados que contraten maquinaria privada para destapar la tubería, puesto que el Ejecutivo regional no cuenta equipos, como un hidrojet y una guaya.
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“Este es el Niño Jesús que tendremos en Navidad, porque estoy seguro que llegamos a diciembre y todavía vamos a tener esas aguas podridas frente a nuestras casas", dijo Johnny Carmona, habitante de Bella Vista I.
Las enfermedades, como dengue clásico y diarrea, no se han hecho esperar, y es que las aguas servidas corren por la calle y caen en el canal de la comunidad, por lo que el desagüe siempre mantiene las aguas residuales acumuladas. Las moscas y zancudos ya son parte de día a día.
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Los vehículos que circulan por el lugar, a si lo hagan a baja velocidad, rocían con sus cauchos los frentes de las casas con el agua podrida que desborda de la boca de visita que está en medio de la calle. Más de un transeúnte, bicicletero o motorizado se ha mojado con el líquido putrefacto, así lo contó Vilmarys Colmenares, vecina de barrio Páez.
Ambas comunidades exigen a la Alcaldía de Páez solventar el problema de las cloacas colapsadas, a fin de evitar la propagación de virus y que sus viviendas sigan deteriorándose con el agua sucia que les cae.
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