Hasta adornos de Navidad hurtaron del taller de jóvenes especiales en Portuguesa

Acarigua.- En las últimas dos incursiones en el Taller de Educación Laboral del municipio Páez (TelPáez), delincuentes hurtaron los adornos de Navidad que los jóvenes y el personal usaron para embellecer y darle brillo a los tres salones de esta institución, con sede en el barrio Bolívar de Acarigua, en Portuguesa.

Los hurtos se han registrado los fines de semana, cuando el lugar permanece más tiempo solo, puesto que no cuentan con vigilantes. El pasado sábado se llevaron las luces de Navidad que uno de los maestros donó para decorar la entrada de uno de los salones.

Hace 15 días, “amigos de lo ajeno" irrumpieron en uno de los salones por las ventanas que no tienen vidrios y aunque no fue mucho lo que se llevaron, sí se hicieron con parte del material didáctico de los alumnos, incluyendo cuadernos usados a los que les arrancaron las hojas en las que estaban escritas las recetas de platillos que los jóvenes preparan en sus jornadas.

Desde sus inicios, el centro educativo -que fue inaugurado en noviembre de 2018– no ha contado más que con quienes hacen vida de lunes a viernes en este espacio, en el que les enseñan a los estudiantes un oficio, como cocina y manualidades, para que se puedan valer por sí mismos.

El taller no tiene nada de cuantioso valor monetario. En su mayoría ha sido dotado de lo necesario gracias al esfuerzo de los padres, representantes y del personal docente y administrativo, quienes se han comprometido a hacer de esta institución un lugar agradable y apropiado para atender a 43 jóvenes -entre 15 y 25 años- con condiciones especiales.

“En el municipio Páez no existía una institución donde nuestros hijos pudieran formarse. La más cercana era el Telba de Araure, y queda en la zona de Villa Araure, un lugar muy cercado por la delincuencia y, sobre todo, alejado. Así que tras varios meses de lucha, se logró recuperar este espacio que era un centro de capacitación de arte y oficios para adultos", contó a El Pitazo Aleida Mendoza, madre de uno de los jóvenes estudiantes.

María de Hernández es otra de las representantes que se ha mantenido a disposición de mejorar estos espacios. “En los salones no hay luz eléctrica, porque los de delincuentes se han ido llevando los bombillos. Nunca hemos tenido agua y el baño tiene su poceta porque la antigua directora la trajo de su casa. Estos jóvenes no tienen servicio de comedor y para rematar somos atacados por el hampa los fines de semana", expresó.

La zona donde se encuentran estos dos planteles es vulnerable a la delincuencia debido a la falta patrullaje policial. Juan Hernández, docente de esta institución, afirma que el preescolar ubicado detrás del taller, del cual es representante, también ha sido blanco de la delincuencia. “De esa escuela se llevaron los morrales escolares que dio el Ministerio de Educación con útiles y todo, y además, la comida del Programa de Alimentación Escolar".

“El esfuerzo es de nosotras las madres con los docentes que se han mantenido con nuestros hijos. Esto representa una oportunidad de avance para nuestros chamos que también tienen el derecho a ser educados, también pueden formarse", expresó Aleida Mendoza.

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