Barinas.- La llegada de la noche para los vecinos del barrio Virgen de Betania, en Barinas, capital homóloga del estado del suroccidente venezolano, es una preocupación para la comunidad en general: la falta de alumbrado público los convierte en presa fácil de la delincuencia que actúa a sus anchas amparada en la oscuridad y falta de patrullaje.
Las visitas a la alcaldía, la gobernación y a la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) no les ha arrojado resultados a los habitantes de esa barriada, donde desde hace más de tres meses tampoco les llega la caja de comida de los Comités Locales de Alimentación y Producción (Clap).
En el barrio Virgen de Betania, parroquia Ramón Ignacio Méndez del municipio Barinas, la residente Neyer Viera denuncia que hay varios problemas, pero el de mayor preocupación es el de la falta de alumbrado público. Dice que los organismos públicos se pelotean la responsabilidad para solucionar el caso. “En la alcaldía nos dicen que eso no es competencia de ellos; en la gobernación nos respondieron que ese es un servicio público que nosotros cancelamos y que debe ser Corpoelec quien resuelva, pero esos tienen cinco años que no pasan por el barrio", precisó.
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Las fallas en el suministro de gas doméstico también es una calamidad para la comunidad. Perseguir al camión para comprar los cilindros o pagarlos a precios dolarizados son algunas de las opciones, no obstante, como se trata de mucho dinero la mayoría prefiere usar leña aunque eso implique incrementar las afecciones respiratorias en la población infantil y entre los ancianos, reconocen los vecinos, para quienes el reciente control de venta de gas implantado por la gobernación, al menos en ese sector, no ha dado resultados.
En la comunidad, aunque con pocas esperanzas, aún esperan que aparezca el camión de Corpoelec para que se ocupe de cambiar los bombillos y ellos -los vecinos- puedan caminar tranquilos por las calles del sector al caer la noche, es el clamor que más se escucha.
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