Acarigua.- Alrededor del 40% de la población del municipio Ospino, en el estado Portuguesa, ha tenido que dedicarse a construir pozos improvisados para sacar del subsuelo el agua que falta en sus hogares. En algunas comunidades desde hace año y medio, otras cumplen una década sin el servicio.
El 90% de los habitantes de esta jurisdicción, ubicada en el norte de esta región llanera, no cuenta con agua potable, ni una gota llega por las tuberías de sus casas, según denunció Ricardo Pérez, líder vecinal de a zona y quien ha expuesto la situación en reiteradas oportunidades, incluso, a través de las redes sociales.
«Nos llegó la pandemia al país y el alcalde -Carlos Molina- no tiene un plan de contingencia para abastecer a las comunidades de agua ¿Cómo piensan que la población cumplirá con el lavado constante de manos si no se tiene agua ni para cocinar?», dijo Pérez, explicando que los motores de los pozos que alimentan al municipio se quemaron y nunca fueron reparados.
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En los sectores de Ospino, los vecinos han visto la opción de excavar hoyos de entre cuatro y seis metros de profundidad dónde consiguen «venas de agua» para hacer pozos rudimentarios. Esta ha sido la alternativa de más de un tercio de quienes habitan en este municipio, para solventar la escasez del líquido, aunque no sea sana.
«Es un agua que no es apta para el consumo. A veces sale amarillo y quien sabe lo que enfermedades se pueden contraer al ingerirla, pero es lo que se tiene», advirtió el vocero.
Otros de los residentes optan por pagar a camiones cisterna por el llenado de tanques de plástica que han tenido que comprar para mantener agua en sus hogares y cumplir con las actividades domésticas diarios.
Por el llenado de un tanque de 700 o mil litros cancelan en la actualidad, 4 de abril, 400 mil bolívares. La ración alcanza para tres o cuatro días racionandola.
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«Hace dos semanas costaba 250 mil bolívares, pero por la agudización de la escasez de combustible los choferes de los cisternas empiezan a subir el precio y no hay quien los detenga», detalló Pérez.
Al consultar con los habitantes, se determinó que sectores como el barrio Arriba, La Rampa contabilizan entre siete y diez años son el servicio. El barrio Libertador unos dos años sin agua, y las comunidades Las Colinas, Brisas del Este, La Pista, José Gregorio Hernández, Los Revolucionarios, Villa de San José, Gonzalo Barrios, Las Colinitas suman un año y cuatro meses sin agua por tuberías.
Al Hospital de esta jurisdicción tampoco le llega el agua. En este centro de salud se labora con lo que reciben de camiones cisternas que envían las autoridades locales.
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