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Acarigua.- Con una tasa cambiaria del dólar paralelo a 417.000 bolívares, el salario mínimo mensual en Venezuela, que es el que perciben la mayoría de los trabajadores de la Administración Pública, quedó este jueves 22 de septiembre en 0.95 centavos de dólar.
En Acarigua, Portuguesa, llanos occidentales del país, María Colmenárez, con la pensión por sobrevivencia del Ministerio de Educación, sólo pudo comprar un kilo de espaguetis a 395.000 bolívares. No hubo vuelto o cambio ni para pagar el pasaje de regreso a su casa.
«Eso no alcanza para nada más», dijo la ciudadana a El Pitazo, asegurando que ella y su familia pueden comer gracias a que sus hijas son profesionales, perciben sus pagos en dólares.
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Con la devaluación del bolívar, ante la hiperinflación y el incremento del dólar que se registra a diario, un kilo de harina pasó a costar este jueves Bs. 389.000; mientras que el kilo de carne roja en esta localidad supera el 1.300.000 bolívares, y el de pollo 700.000 bolívares.
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Reacciones
Luis Calles, miembro del Sindicato de Trabajadores del Consejo Legislativo de Portuguesa (Clep), indicó a este medio que, según la tabla salarial, el empleado de la administración pública, que mejor sueldo percibe, sumando el beneficio del bono alimenticio, recibe alrededor de 1.600.000 bolívares, lo equivalente a 4 dólares mensuales.
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«Esto es un dólar semanal para ese que mejor salario tiene, pero qué trabajador puede vivir dignamente con un salario de hambre, de mendicidad. Nadie puede sacar a flote una familia así, por eso es que hemos visto a muchos trabajadores de la administración pública renunciando, otros ya en su tiempo prefirieron migrar», expresó Calles.
Naydali Jaimes, abogada especialista en derecho penal, explica que, erróneamente, la administración de Nicolás Maduro siempre ha hecho mención de un salario integral e incluye en este el beneficio del bono de alimentación, que es de carácter no remunerativo según la legislación venezolana.
«El salario integral es el salario básico (400.000 bolívares), más la incidencia de utilidades y de bono vacacional. El bono de alimentación es un beneficio también de 400.000 bolívares, de carácter no remunerativo, no salarial, y es preciso aclararlo, porque bajo el esquema errado que utiliza Nicolás Maduro, incluye el cesta ticket como salario integral, y esto conlleva a que el trabajador piensen que en las prestaciones y en todos los demás conceptos laborales se le debe incluir este complemento de beneficio de alimentación», expresó la abogada.
El último incremento salarial se realizó el 27 de abril de 2020, según decreto en el Decreto N° 4.193, y es con este salario actual, a 0.95 centavos de dólar, el que mantiene a los trabajadores venezolanos por debajo del umbral de pobre extrema establecido por las Naciones Unidas, que determina que una persona que perciba menos de 1.25 dólares por día vive en la miseria.
Irma Mendoza, representante del sindicato de pensionados de Portuguesa, expresó que para este grupo de la sociedad la situación es mas extrema, por ser la masa que difícilmente pueda conseguir empleo por las limitaciones físicas y la edad.
«Los pensionados pasamos trabajo. En su mayoría estamos enfermos, no podemos salir a buscar dónde laborar porque somos vulnerables al virus (COVID-19), y además difícilmente alguien querrá darnos trabajo. En esta semana de flexibilización, muchos han acudido a los bancos a retirar lo que no les alcanza para pasaje, mucho menos para alimentación y medicinas», expresó.
La representante sindical que también es defesora de los Derechos Humanos, indicó que la Constitución Nacional, en el artículo 86, establece como una garantía del Estado, la seguridad social, esto como una contingencia de los ciudadanos.
«Difícilmente con un dólar de salario podemos cubrir las necesidades básicas. El artículo 91 también precisa el derecho de los trabajadores a un salario justo. El llamado es que debe haber una revisión de los salarios en Venezuela y tabularnos en 600 dólares mínimo para poder tener la garantía de la seguridad social», sostuvo Mendoza.
