Guanare.- Raúl Antonio Ramos Vivas despertó de un coma inducido el pasado martes 12 de mayo, luego de permanecer dos días en el área de medicina crítica del hospital regional Valley de Brownsville, en Estados Unidos.
En solitario, este sobreviviente del arrollamiento en Texas solo tuvo palabras para preguntar por su familia. «Deseo que mi esposa y mi hija estén aquí… mi papá, mi mamá, mi hermana», atinó a decir en un video que le grabara su única compañía en ese centro médico, el también venezolano Euglis Rafael Rivas.
Euglis Rivas salió ileso del evento y ahora es el agente de apoyo entre las víctimas y sus familiares. También entre los medios de comunicación social que se interesan por la salud de las víctimas de este arrollamiento masivo.
Raúl evoluciona bien, se le han aplicado 5 cirugías por lesión de abdomen, fractura de ambas piernas, reconstrucciones de cadera y pelvis, y fractura de pie, cuenta a El Pitazo su esposa Yusleidy Gil Pérez, una mujer de 21 años de edad con quien el joven comparte la vida desde hace más de 6 años, en su natal Guanare, Portuguesa, en el centro occidente venezolano.
Desde la urbanización La Granja, un complejo habitacional construido por la oficialista Misión Vivienda al sur de la ciudad, Yusleidy se mueve en busca de apoyo oficial. «Deseo irme ya a Texas con mi hija a acompañar a Raúl, igualmente, con mis suegros Belkis Vivas y Carlos Ramos», manifestó.
Texas | Venezolano testigo del arrollamiento: «La vida se puede ir en segundos»
La primera traba que enfrenta la familia Ramos Vivas para el reencuentro con Raúl es que ninguno de ellos cuenta con pasaporte. Además, la niña tiene nacionalidad colombiana y retornó a su país sin la partida de nacimiento, lo que supone un trámite más. Se requieren, en principio, cerca de 900 dólares para tramitar los 4 documentos. Yusleidy no los tiene. Venezuela es uno de los países con los costos más altos por emisión de pasaporte en el mundo, según algunas organizaciones no gubernamentales.
Yusleidy Gil ha iniciado una campaña de recolección de fondos para sufragar estos gastos. En una cuenta personal del Banco de Venezuela a nombre de Yulibeth Pérez, la familia Ramos recibe el aporte solidario de vecinos, amigos y personas sensibilizadas con esta tragedia que entristece y enluta a los venezolanos.
Los datos para operaciones por transferencia son los siguientes: cuenta número 01020346540000450854, cédula de identidad: 13.959.379.
«Contamos con la solidaridad de nuestra gente, porque a la fecha no tenemos aportes gubernamentales», relató.
Tres años en Bogotá
Los padres de Raúl Ramos residen desde hace 3 años en Soacha, uno de los municipios del área metropolitana de Bogotá, la capital colombiana. Luego de trabajar como comerciante, el muchacho de 27 años de edad vivió junto a ellos su primera experiencia migratoria.
Raúl estaba en Bogotá desde 2019. Se desempeñaba como empleado en la zona de carga del aeropuerto internacional El Dorado, pero retornó a Guanare en septiembre de 2022. Quería renovar su pasaporte y pasar las navidades en familia con su esposa Yusleidy y su hija, hoy con 1 año y 10 meses de nacida.
Animado por la experiencia de un grupo de jóvenes del barrio Las Américas, donde nació y se crio, Raúl concreta la idea de pasar la temible selva del Darién, límites entre Colombia y Panamá, para radicarse en EE. UU. Amigos suyos lo esperaban en Nueva York.
Junto a Gabriel Gallardo, su primo hermano, y Richard Bustamante, su amigo de infancia, Raúl Ramos parte el 12 de abril de 2023 en ruta terrestre por Suramérica, Centroamérica y Norteamérica. El 3 de mayo, se entregó a la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos (en inglés United States Border Patrol o U.S. Border Patrol), en Texas, luego de cruzar a nado el río Bravo.
La manada, como se llamaban entre ellos, estuvo en Ciudad de México durante una semana tratando de acceder a la aplicación de la Oficina Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés), para programar una cita de solicitud de asilo en la frontera sur de EE. UU. La app CBP One nunca les abrió, tal como ocurre en Venezuela.
Raúl, Gallardo y Bustamante se turnaban frente a la pantalla y nunca pudieron registrarse. Se les acabó el dinero para pernoctar en la Ciudad de México y tuvieron que irse a Matamoros, Tamaulipas. Desde allí se lanzaron al río Bravo y pisaron tierra estadounidense.
El dolor por el arrollamiento en Texas
Raúl Ramos había llegado a la parada de autobuses de Brownsville 10 minutos antes del arrollamiento en Texas, que causó 8 migrantes muertos y 10 heridos, cuando un vehículo en marcha, conducido por un hombre bajo efectos de la droga, los embistió el domingo.
El joven guanareño llegó a la parada de transporte desde el refugio de migrantes Centro Obispo Enrique San Pedro Ozanam, en Brownsville, a donde ingresó luego de que los agentes de migración lo liberaron el viernes, 5 de mayo. Las autoridades de migración le otorgan un estatus para movilizarse en Estados Unidos.
EE. UU. l Texas envía nuevo grupo de migrantes venezolanos a casa de vicepresidenta Harris
«Con esa alegría iba a la terminal terrestre a averiguar sobre un boleto para llegar a Nueva York», recuerda Yusleidy. La noticia del siniestro rodó como pólvora, pero nosotros nos enteramos por medio de un sobreviviente», acota la esposa de Raúl.
De acuerdo con su relato, minutos antes, Gabriel Gallardo, el primo de Raúl, le había solicitado a un compañero de parada que le prestara su teléfono celular para enviar un WhatsApp a su esposa, Andreína Mora. El mensaje se envió y el número quedó registrado. Por esa vía, el sobreviviente ileso avisó a la familia de los jóvenes de Guanare todo lo ocurrido.
Belkis Vivas, la madre de Raúl, no ha dejado de llorar desde ese día. Clama apoyo desde Colombia. «Por favor, ayúdenme para cuidar a mi hijo porque él está solo», señaló a través de una entrevista con medios estadounidenses.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR
Miles de venezolanos en las zonas más desconectadas del país visitan El Pitazo para conseguir información indispensable en su día a día. Para ellos somos la única fuente de noticias verificadas y sin parcialidades políticas.
Sostener la operación de este medio de comunicación independiente es cada vez más caro y difícil. Por eso te pedimos que nos envíes un aporte para financiar nuestra labor: no cobramos por informar, pero apostamos porque los lectores vean el valor de nuestro trabajo y hagan una contribución económica que es cada vez más necesaria.
HAZ TU APORTE
