Caracas. Con paciencia franciscana, Eugenia Adam ha hecho todo lo que le ha solicitado el Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime) para obtener el pasaporte a fin de regresar a España de una vez por todas. Sin embargo, sigue sin ver la luz al final del túnel. La venezolana con doble nacionalidad (española) afirma que vive una pesadilla de la que no ha podido liberarse después de un correcorre de más de un mes.
Se suponía que el 2 de febrero debía regresar a Madrid, donde vive desde hace 18 años. Adam llegó a Venezuela en noviembre de 2021. Vino a reencontrarse con su octogenaria madre, residenciada en Mérida y aquejada por problemas de salud. Entró con el pasaporte venezolano vencido y el español vigente, tal como está permitido. Debió regresar a la capital española tal cual está establecido también por el Saime: con un permiso de salida a falta del pasaporte venezolano vigente.
Pero una cadena de sucesos la retiene en Venezuela más tiempo del previsto. “Esto ha sido un viacrucis", asegura la mujer de 59 años a El Pitazo.
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Primero la sorprendió el cambio en las condiciones para solicitar el permiso de salida que emite el Saime a falta del pasaporte venezolano vigente. Sucedió el 26 de enero en la sede principal de la avenida Baralt, en Caracas, donde debe realizarse el trámite. “Al ser atendida, cinco horas después de hacer una cola en la calle, me dijeron que eso había cambiado y que era preciso tramitar el pasaporte nuevo, pero que igual le escribiera una carta al director, Gustavo Vizcaíno, para solicitar la reasignación de mi cita consular a Caracas, que sin eso no podría viajar", señala.
Luego, cuando apenas cumplió la exigencia y acudió a la cita en la oficina de Coche, a donde pidió que la enviaran para la reseña de las huellas dactilares, fotografía y firma del pasaporte, no sin antes renovar la cédula de identidad, la sorpresa fue mayúscula: “Me dicen que tengo un error en los datos, porque aparezco nacida en Maracaibo, ¡estado Amazonas!".
¿La solución? Llevarles una copia de la partida de nacimiento, explica.
—¿Cuál es el plazo que tengo para incorporar el documento a mi expediente? —le preguntó Adam a la funcionaria del Saime.
—Esta semana, hasta el viernes (11 de febrero) —dijo la mujer—.
Era lunes 7 de febrero.
“Pregunté en el Saime si los datos filiatorios podían servir en lugar de la partida de nacimiento y me dijeron que sí. Casi enloquezco, porque no tengo ninguna fotocopia de la partida de nacimiento. Llamé a mi madre en Mérida, a mi marido en Madrid para que rebuscara entre mis papeles, pero no apareció ninguna copia", señala la venezolana-española.
El cuento de nunca acabar
Pero de nada le servía solicitar los datos filiatorios, ya que el trámite demora 10 días, es decir, no los tendría antes del plazo exigido por la oficina del Saime en Coche. Adam cuenta que lo supo después de volver a hacer una cola de cinco horas en la sede principal de la avenida Baralt, único lugar donde pueden solicitarse.
“Ya resignada a que tenía que conseguir la partida de nacimiento sí o sí, agachar la cabeza y acatar órdenes, conseguí en horas de la noche un gestor en Maracaibo, afortunadamente muy diligente y rápido y le pagué para que me sacara el documento", narra.
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El viernes 11 de febrero, a las 12 del mediodía, luego de entregar la partida de nacimiento en la taquilla, le indicaron que en 10 días, ¡por fin!, tendría su pasaporte. El viernes 25 de febrero acudió, una vez más, a la oficina del Saime en Coche, pero volvieron a naufragar sus esperanzas: vuelva dentro de una semana. ¡Su pasaporte tuvo un error de impresión!, cuenta que le dijeron.
Haciendo de tripas corazón, la mujer regresó la siguiente semana. Y nada. “Ya tengo más de un mes en Caracas; he hecho todo lo que me ha dicho el Saime y aún no tengo pasaporte. Quiero volver a mi casa. Ya me gasté lo que me quedaba de dinero. He sufrido muchas humillaciones del personal, hoy te dicen una cosa, mañana otra; y siempre te están diciendo que te calmes ‘mamita’", sostiene.
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Eugenia Adam dice que ha perdido su empleo en Madrid, que ya no tiene dinero para sostenerse y que vive de la caridad de unos amigos que la han alojado en Caracas. Agotada, solicita al director del Saime, Gustavo Vizcaíno, poner fin de una vez por todas al calvario que padece por el pasaporte, un documento que solicitó en agosto de 2021 en España y cuya cita en el consulado de Venezuela en la capital española le fue asignada, para colmo, el 21 de diciembre, cuando ya se encontraba en Mérida junto con su madre.
“Ya no sé qué hacer", declara la venezolana española antes de solicitar también al Saime la descentralización de los trámites y la humanización de la atención al usuario en el organismo migratorio.
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