Caracas.- A la RED Clamor Venezuela y a la Comisión de Justicia y Paz, ambas de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), les preocupa las recientes declaraciones de las autoridades de Trinidad y Tobago sobre el éxodo venezolano al calificarlos como «indeseable» luego de haber deportado a 16 niños venezolanos.
A las dos instituciones les preocupa la «promoción de conductas que institucionalmente menosprecian la dignidad de la persona humana y marcan un cruel modelo de comportamiento en el que pueden prosperar atropellos y violaciones, como los ya suscitados en el territorio de Trinidad y Tobago«, reseña un comunicado de este 26 de noviembre.
Los menores deportados, entre ellos un bebé de cuatro meses, fueron regresados a su país natal en condiciones que todavía no han aclarado las autoridades trinitenses. Los niños estuvieron casi 48 horas perdidos en el mar hasta que sus familiares los localizaron y fueron devueltos a Trinidad y Tobago.
Trinidad y Tobago: «Todo el que ingrese de manera ilegal seguirá siendo deportado»
El primer ministro de la isla, Keith Rowley, dijo el 25 de noviembre que seguirán colocando resistencia al ingreso de migrantes irregulares, mientras que el ministro de Seguridad Nacional, Stuart Young, coincide con Rowley al comentar que todas las personas que ingresen a la isla de manera ilegal serán deportadas.
El primer ministro de Trinidad y Tobago resaltó, asimismo, que los venezolanos que viven en esa nación de forma legal no tienen derecho a reclamar a toda su familia; sin embargo, aceptó que la deportación en grandes proporciones no es una opción viable.
Llamado a la opinión pública y comunidad internacional
En su comunicado, la CEV hace un llamado de atención tanto a la comunidad internacional como a la opinión pública ante la conducta de los gobiernos, que a juicio de RED Clamor Venezuela y de la Comisión de Justicia y Paz, afectan a poblaciones vulnerables como la venezolana.
«Dejamos sentada ante la comunidad internacional una clara posición de repudio a los referidos actos, y ratificamos el apoyo a estos niños y sus familias, manteniendo contacto con nuestra Diócesis Carúpano y de Trinidad y Tobago, para exigir al gobierno de ese país cumpla con los convenios internacionales, a favor de nuestros hermanos venezolanos migrantes que están en su territorio», agrega la Conferencia Episcopal Venezolana.