Génesis y Darío son dos jóvenes venezolanos que decidieron quedarse en su país. Ambos contaron a El Pitazo cuáles fueron esos detonantes que los llevaron a no emigrar; contrario a lo que reveló la Encuesta Nacional sobre Juventud (Enjuve), que arrojó que 51 % de quienes han salido entre 2015 y 2021 son personas entre 15 y 29 años de edad

Caracas.- El grupo de migrantes venezolanos se ha convertido en uno de los más numerosos en el mundo, contabilizando más de siete millones de personas que decidieron dejar atrás el país, según estimaciones de la Plataforma R4V.

Sin embargo, en Venezuela aún hay jóvenes –con edades de 18 a 30 años– que tomaron la decisión de no cruzar sus fronteras, en algunos casos por dos razones: familia y esperanza.

La psicóloga de la red Psicodiáspora, Anaís Bolívar, comentó a El Pitazo que la decisión de algunos jóvenes sobre no emigrar se puede dividir entre el hecho de que buscan no separarse del núcleo familiar y que han encontrado una nueva manera de mantenerse económicamente, lo que les da una esperanza de construir su futuro y trabajar por sus metas en su país natal.

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«Hay jóvenes que trabajan y estudian para construir su futuro, sin esperar que el Estado les proporcione una estabilidad (…) Hoy en día hay familias que se han dividido porque algunos se han ido y otros se han quedado. Más que miedo o inseguridad, se trata de que han encontrado –los jóvenes– una manera de vivir en Venezuela«, dijo Bolívar.

Según datos de la Encuesta Nacional sobre Juventud (Enjuve) 2021, solo 28 % de los jóvenes venezolanos quieren emigrar. La coordinadora en Enjuve, Andrea Meza, expresó en una entrevista para Circuito Éxitos en diciembre de 2022 que, actualmente, quienes buscan emigrar son personas con edades comprendidas entre los 35 y 45 años, porque tienen familiares que ya se encuentran residenciados en otros países.

Los datos del estudio señalan que entre 2015 y 2021 se incrementó en casi cinco millones el número de venezolanos repartidos por el mundo, de los cuales 51 % son personas con edades entre los 15 y los 29 años.

«Los cupos de empleo formal que hay en otros países han sido ocupados y los jóvenes prefieren quedarse en Venezuela trabajando en lo que pueden (…) Hay oportunidades de empleo que se están abriendo en Venezuela por la migración», dijo Meza.

Familiares solos

Un ejemplo del primer caso es Génesis Bastidas, de 28 años, quien, pese a que varios familiares decidieron emigrar, continúa viviendo en Caracas, donde acompaña y atiende a su abuela, de 77 años, y a su tía abuela, de 79.

«Yo realmente no me he ido porque no quiero dejar solas a mi abuela, mi tía abuela y a mis dos perritas. Además, cada vez que estoy ahorrando se presenta algún problema de salud o algún gasto en la casa que no esperábamos y tengo que usar ese dinero», dijo Bastidas a El Pitazo.

Para Génesis, emigrar y dejar atrás a sus dos familiares y a sus dos perras es algo impensable. Asegura que la única forma en que tomaría la decisión de buscar nuevas oportunidades en otro país es que ellas la acompañen o que alguien más pueda cuidarlas.

La abuela de la caraqueña padece de hipertensión y su tía abuela presenta la misma patología, además de problemas circulatorios y artritis. Bastidas explica que las perritas son un apoyo emocional para sus dos familiares y que les tienen mucho cariño, porque han estado en casa por 16 años.

«Las dos perritas son de apoyo emocional para mi abuela y mi tía. Ya tienen casi 16 años de vida. Tengo cuatro viejitas a mi cargo y honestamente no quiero dejarlas, o al menos no irme sin la seguridad de que también se van pronto con mi mamá o mi tía, o que ellas van a venir a estar con ambas frecuentemente», explica.

Pequeños negocios

Desde la cuarentena por la pandemia del COVID-19 en 2020, muchos venezolanos emprendieron negocios para poder sustentarse mientras no podían acudir a sus oficinas y puestos de trabajo regulares.

Muchos emprendedores se mantuvieron con el fin de la cuarentena, como es el caso de Darío -nombre usado por petición del entrevistado-, quien inició un pequeño negocio de comida rápida y las oportunidades que ha obtenido le han hecho decidir quedarse en su país natal.

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Darío se inició en 2020 con una venta de hamburguesas que ofrecía vía WhatsApp. «Mis amigos, familiares y algunos vecinos compraron y se fue corriendo la voz hasta que llegué al punto en el que tuve que ofrecer delivery a toda Caracas debido a la cantidad de pedidos», contó a El Pitazo.

El caraqueño, de 24 años, se quedó sin empleo por la pandemia y al verse solo con la responsabilidad de costear un alquiler, decidió probar en el mundo de la venta de comida. Su emprendimiento aún no cuenta con un local físico, pero asegura que tiene ventas constantes por el sistema delivery.

«Con este negocio puedo pagar el alquiler, hago un pequeño mercado para mí, otro para mi mamá y costearme uno que otro gusto. No me sobra el dinero, no soy rico, pero tengo la posibilidad de ahorrar. Creo que aquí en Venezuela hay oportunidades aún, aunque es difícil porque el tema económico no lo es todo, también es importante la calidad de vida, pero me siento bien aquí y me va bien, por eso no me voy», afirmó.

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