Caracas.- Rodrigo Lara, palmicultor de Norte de Santander, aseguró que la presencia de la migración venezolana en Colombia ha salvado la producción de palma, puesto que han suplido la mano de obra que escaseaba, debido a la actuación del narcotráfico y a la violencia.
«Venezuela nos arregló el problema y le regaló a Colombia un bono demográfico impresionante. Hoy, a los venezolanos los tratamos bien en el cultivo de palma, ganan bien. La gente llega con una mano adelante y otra atrás; sacarla de la pobreza es un proceso de tiempo», afirmó Lara al portal digital La Opinión.
El palmicultor expuso que los venezolanos llegan dispuestos a trabajar, debido a los beneficios que se les dan a los cultivadores. Norte de Santander produjo 114.938 toneladas de aceite crudo en 2021 y cerca de 10.000 derivan su sustento del corozo de la palma, entre empleos directos e indirectos, lo que les da estabilidad a 40.000 familias.
Según el director de Planeación Sectorial y Desarrollo Sostenible de Fedepalma, Andrés Felipe García Azuero, la ausencia del Estado, la presencia del narcotráfico y el recrudecimiento de la violencia por el control del territorio en el Catatumbo, zona ubicada al noroeste del Norte de Santander, son las principales barreras para llevar a cabo la producción de palma de aceite.
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García explica que pese a que los productores hacen su mayor esfuerzo por mantenerse y otros tratan de volver a la zona, la situación de orden público impide que el sector tenga un mejor dinamismo. «Hay empresas que están haciendo cosas interesantes, pero los retos en esa región son distintos. Hacen lo que pueden. Los problemas de orden público y de ausencia del Estado son notables», expuso.
El director de la entidad también señaló que la falta del Estado dificultad la cadena de suministros para que los fertilizantes lleguen a su destino y garanticen la producción del fruto de la palma, lo cual afecta el empleo, porque la mano de obra en esa región no se puede movilizar libremente para trabajar.
Sobre la presencia del narcotráfico, el ejecutivo de Fedepalma dijo que hay coyunturas en las que surgen grandes dificultades y que competir contra los jornales de la coca es muy complejo. A pesar de que la palma garantiza empleos formales estables, retener la mano de obra es complicado.
Con información de La Opinión.
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