Caracas.- Un niño de 11 años, de nacionalidad venezolana, fue hallado muerto en un refugio para inmigrantes en el Upper West Side de Nueva York, Estados Unidos, reportaron medios locales el martes, 12 de diciembre.
La policía respondió a una llamada al 911 en el 117 W. 70 St., la dirección del refugio Stratford Arms, poco después de las 5:00 p.m. del lunes, 11 de diciembre, dijo un portavoz de la policía de Nueva York. Cuando los agentes llegaron vieron a un niño de 11 años «inconsciente y que no respondía» en el vestíbulo, dijo el portavoz.
Los servicios médicos de emergencia acudieron al lugar y trasladaron al niño al hospital Mount Sinai West, donde fue declarado muerto.
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Sus padres lo encontraron en el suelo del dormitorio, con un cordón de zapato atado al cuello y al poste de la cama, dijo un fuente policial al Daily News.
Erika Chourio, una migrante venezolana, expresó que el niño y su familia proceden también de Venezuela. «Vinimos en busca de un nuevo futuro«, dijo la mujer, de 43 años, a Documented. «Y esto le ocurre a alguien de nuestro propio país. Es duro«.
Chourio dijo al medio digital de Nueva York que pudo oír los gritos de una madre en la habitación de enfrente mientras se encontraba en el refugio para inmigrantes. Indicó que corrió a la habitación y encontró a un niño inconsciente en el dormitorio. Con su marido y otras personas intentaron reanimar al niño, pero no abrió los ojos.
La Oficina del Médico Forense Jefe (OCME) determinará la causa de la muerte. La identificación del niño sigue pendiente y la investigación está en curso, dijo la policía de Nueva York.
En una rueda de prensa el martes, 12 de diciembre, el alcalde Eric Adams dijo que la situación era «muy dolorosa». «Duele mucho. Empiezas a preguntarte, ¿hiciste lo suficiente? ¿Deberíamos haber hecho más?», dijo. «Y sabemos que hemos hecho todo lo que podíamos hacer con lo que tenemos».
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El edificio de Stratford Arms se utiliza como Centro de Respuesta Humanitaria de Emergencia y Socorro de la ciudad para alojar a migrantes desde el mes de junio.
La venezolana Erika Chourio, que vive en el refugio desde hace unos tres meses, con su marido y su hija de 6 años, dijo a Documented que la madre del niño que murió era callada. Contó que aunque las dos familias vivían una enfrente de la otra, no se hablaban mucho.
«Era un chico que tenía buenos modales», dijo la migrante venezolana sobre el niño a Documented.
Con información de Documented y Daily News.