Caracas.- Cada vez son más los casos de migrantes venezolanos que deciden volver a migrar tras haber llegado a Argentina, debido a la inflación que han experimentado desde su llegada; una decisión que toman debido a que no están dispuestos a experimentar una crisis económica como la que vivieron en su país natal.
Según datos de la Dirección Nacional de Migraciones desde 2020 se han registrado más venezolanos saliendo de Argentina que ingresando. Las cifras revelan que 73.149 abandonaron el país insular mientras que 67.173 ingresaron.
La principal causa de que los migrantes venezolanos estén optando por buscar un nuevo destino, es la acelerada inflación que se vive en el territorio argentino. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) de Argentina en el primer mes de 2022 los precios aumentaron en promedio un 3,9% respecto a diciembre del año pasado, y un 50,7% de forma interanual.
Elvis Martínez, de 27 años, decidió migrar a Argentina en 2016 desde Lechería, Anzoátegui debido a la facilidad que ofrecía el país para obtener los documentos necesarios para tener una estadía regular pero tras cuatro años decidió mudarse a Europa.
«Me gusta el estilo europeo más que el estilo americano y Argentina es un país muy parecido a Europa a nivel cultural, o así lo era en ese momento. Me gusta el fútbol y también el acento, así que decidí irme para allá en su momento, sólo por esos factores», contó.
Martínez vivió sus primeros dos años en Neuquén, una provincia ubicada al sur del país, y luego decidió mudarse a Buenos Aires. Durante su estadía en el país se destacó en diversos empleos que incluyeron pastelería, panadería, atención al cliente, camarero, bartender y delivery; esto pese a tener un título de técnico superior universitario en administración tributara que logró obtener en Venezuela.
El venezolano tomó la decisión de irse a Europa cuando comenzó a notar pequeñas similitudes con la situación de Venezuela y cuando hubo un cambio en el gobierno. «El motivo por el cual decidí irme de Argentina es tan simple como suena: la izquierda tomó el poder del país y en cuestión de un año todo fue decayendo (…) Expropiaciones, devaluación de la moneda, empresas extranjeras cerrando sus puertas y yéndose del país, el gobierno no aporta nada a nivel social ni progresa en el sistema educativo, seguridad, salud. El dolar pasó a costar 200 pesos cuando antes se mantuvo entre 20 y 40 pesos».
A su vez destacó que hubo un incremento en las índices de inseguridad y que no recomendaría migrar a dicho país, pero que quienes tengan planificado hacerlo deberían considerar vivir en una provincia en lugar de una capital. «Se trabaja mucho y pagan poco. No le recomiendo a nadie ir a vivir a la Argentina hoy por hoy».
Por su parte, Maria Ramos, de 53 años, decidió migrar desde Caracas en 2019 y logró convalidar su título de médico para ejercer en Buenos Aires donde vive con su esposo y sus dos hijos. Sin embargo, pese a que han logrado mantenerse de forma económica, se plantea la posibilidad de irse a España. «He estado considerando irme a España porque mi hijo de 21 años quiere irse. Él opina que es un país al que le falta desarrollo y no quiere permanecer en Latinoamérica, así que prefiere ir a un país del primer mundo para desarrollarse de forma profesional».
La venezolana dice que, pese a que España nunca fue su plan principal, considera que su hijo le ha expuesto otra perspectiva que le ha hecho considerar realizar una nueva migración. «La verdad es que mi hijo tiene razón. Cuando nosotros llegamos nos encontramos con un dolar en 30 pesos argentinos y ahorita está en 200 pesos, en tan solo tres años».
Ramos también afirma que el poder adquisitivo ha cambiado y que ya el salario no costea las mismas necesidades que antes. «A final trabajas para pagar impuestos y para comer, pero no hay una capacidad de ahorro. Además no se puede comprar una casa, ni si quiera las parejas jóvenes que vienen buscando oportunidades de establecerse».
«Cuando uno migra, uno busca una economía más estable y eso no lo da este país. Yo utilicé a Argentina como un trampolín para salir de Venezuela y la verdad es un país muy noble donde se puede trabajar, vivir, y comer pero no ganar una fortuna, no es un país para enriquecerse», expresó.
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