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Conmovida por las dificultades que sufren sus connacionales en el proceso migratorio, una joven venezolana decidió poner todos sus esfuerzos en la creación de un carro-cama destinado a los migrantes. La estructura fue pensada para que quienes se ven obligados a huir de la crisis del país tengan un espacio donde pasar la noche en su duro trayecto por llegar a otras fronteras.
Alejandrina Hernández Zavarce es nativa de Maracaibo. Sus padres, también impulsados por la crisis venezolana, decidieron llevársela a Montreal, Canadá, en busca de mejores oportunidades. Pero Alejandrina, aunque se adaptó a la cultura del país que la recibió, nunca se olvidó de Venezuela y ha seguido muy de cerca lo que ocurre en su país natal.
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En el 2018 la joven regresó a pasar una temporada en el país. Las imágenes de migrantes venezolanos huyendo por tierra y durmiendo a la intemperie en sus intentos por llegar a otras fronteras la impactaron. Decidió entonces dedicar sus esfuerzos y conocimientos a construir este carro-cama en el que puedan pasar la noche y al menos aliviar en parte sus incomodidades.
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Alejandrina estudia diseño en Dawson College, Montreal, Canadá. Con la ayuda de uno de sus profesores construyó este prototipo que ahora será fabricado y distribuido. No solo ayudó con su aporte a dar una alternativa para aliviar el duro trayecto de los migrantes, sino que también ganó el primer lugar en el concurso de diseño sostenible de la marca aluminio Bonnell.
«Migrar fue duro para mí, por eso es que yo entiendo a los refugiados…Tomando en consideración que ellos (migrantes) viajan a pie a larga distancia, me comencé a preguntar dónde duermen, dónde descansan», relató.
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