La deserción escolar aumentó en el inicio del año escolar 2019-2020. Representantes del magisterio zuliano estiman que apenas 40 por ciento del alumnado está inscrito y que el ausentismo alcanza hasta 80 por ciento.
Los planteles públicos en Maracaibo se mantienen con baja asistencia de alumnado un mes después del inicio del periodo escolar. Incluso, hay escuelas y liceos que mantienen abiertas las inscripciones para aumentar la matricula.
En la Escuela Básica Jesús Enrique Lossada, ubicada en el oeste de Maracaibo, están abiertas las inscripciones. Autoridades de la institución que hablaron en anonimato, por temor a represalias de la Zona Educativa, aseguraron que apenas asisten a clases 190 alumnos entre los turnos matutino y vespertino, de los 550 estudiantes con los que terminó la matricula el periodo pasado.
«Hacemos llamados a reuniones a los padres. Mandamos a decir que vengan sin uniformes, en sandalias; les decimos que hay alimentación, pero no vienen. Estamos preocupados», dijo una miembro de la directiva del plantel.
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Gualberto Más y Rubí, presidente del Sindicato Unitario de Magisterio del estado Zulia, aseguró que a clases apenas asiste 40 por ciento del alumnado. «Hay deserción porque no se han inscrito el resto; sin embargo, también se le suma el ausentismo. El alumno no va regularmente a la escuela porque no hay luz, o agua, o no tiene comida».
Alexander Castro, coordinador de la Coalición Sindical del Magisterio Zuliano, reveló que la matrícula de los liceos Udón Pérez y Rafael María Baralt -los dos más emblemáticos y grandes de la capital zuliana- no suman juntos 300 alumnos. «Hicimos una visita la semana pasada, y en el Baralt los inscritos no llegan a 100 y en el Udón Pérez no alcanzan los 200. Es una situación crítica, porque hablamos de liceos que tenían entre 1.200 y 1.500 alumnos».
Más y Rubí indicó que además de la crisis económica que afecta a las familias e incide en la asistencia de los niños y jóvenes a clases, se suma la precaria situación de las infraestructuras de las instituciones educativas. «Tenemos planteles que no tienen un baño para que los maestros y alumnos hagan sus necesidades», detalló.
Los representantes del magisterio zuliano se mantienen en alarma, porque estiman que el entorno de los niños y jóvenes que no asisten a las escuelas y liceos perciben que el sistema educativo no les genera ganancias para paliar la crisis económica. «Los padres y representantes que no envían a sus hijos sienten que la escuela no es provechosa o bien porque el niño o adolescente puede trabajar para generar ingresos, o porque al no tener comida para darles los deja en casa», dijo Castro.
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