El liderazgo de Manuel Rosales en Zulia “se vino abajo", aseguran allegados al político opositor y miembros de su partido Un Nuevo Tiempo. La derrota en la Gobernación de Zulia y en las elecciones municipales de este 27 de julio, lo confirman. La razón: desconexión con el sentimiento popular.
“La gente tiene un despecho electoral después de la elección presidencial del 28 de julio (de 2024). La gente no cree en el CNE. Rosales decidió participar y la gente no lo iba a apoyar. Su liderazgo se vino abajo porque la gente no iba a salir a votar", aseguró un cercano colaborador en entrevista con El Pitazo.
“Era imposible remontar ese descontento de la gente en las elecciones regionales. Nosotros sabíamos que no ganaríamos, pero él tampoco iba a dejar de dar la pelea", remarcó.
Zulia, el estado petrolero de Venezuela, es históricamente opositor. En los últimos 25 años, el chavismo sólo ha manejado la Gobernación en dos periodos (2012-2017 y 2018-2021). En el primero, Rosales estaba exiliado; y en el segundo, la oposición fue dividida luego de que Juan Pablo Guanipa ganó, decidió no juramentarse ante la extinta Asamblea Nacional Constituyente y llamó a la abstención en la repetición de los comicios.
¿Por qué un estado opositor está en manos del chavismo? Rosales “se desconectó de la gente", explicó otro cercano dirigente. “La gente no quería ir a elecciones y a eso se le suma la campaña de que él negocia con el chavismo. No es que el estado es chavista, es que los opositores que son la mayoría, no votaron", dijo.
¿Por qué perdió Manuel Rosales en Zulia?
La caída de su fuerza política en Zulia se profundizó luego de las elección presidencial de 2024 y ha sido tema de análisis en el partido, coincidieron tres fuentes cercanas al ex mandatario.
“Él tenía la disyuntiva de irse del país, no reconocer a Maduro como presidente y hacer oposición fuera; o quedarse y jugar a lo que jugó: rescatar la línea democrática; porque si se quedaba y no hacía eso, iba preso. Para él nunca ha sido una opción irse", dijo uno de los consultados.
Un partido disminuido
El partido UNT, fundado y liderado por Rosales, también resintió los embates. El descontento creció en los últimos meses: en algunos por la apatía colectiva de participar en elecciones y en otros por intereses de poder dentro de la tolda.
Un grupo de dirigentes regionales y parroquiales de UNT, partido que contaba con una maquinaria formada para ganar elecciones, decidió abandonar la tolda en plena campaña electoral y apoyar al oficialismo.
Aunque Rosales trató de minimizar el impacto, “sí afectó", dijo un miembro de la directiva regional. “Eran secretarios generales parroquiales que hacían muy buen trabajo y eso afecta", dijo otro de los consultados.
Rosales toma su tiempo para analizar las acciones a seguir, aseguraron. Entre ellos está la restructuración de su organización. “Nuestra propia gente está esperando ese cambio, es algo natural", indicó uno de los directivos.
En la política nacional, Rosales apuesta -como la ha declarado- a ser parte de una negociación que permita una salida a la crisis política de Venezuela. “Eso no será por ahora, pero él estará listo", dijo un amigo cercano al opositor.