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Zulia.- Angélica de los Ángeles Moreno Loaiza tiene seis años y nunca ha caminado. Su condición puede cambiar con un par de cirugías en sus tendones, pero el costo de estas y los escasos recursos económicos de su familia hacen casi imposible cumplirle el sueño.
Las cirugías que requiere son de alargamiento de corvas-mastenotomía de aductores y alargamiento de recto anterior bilateral.
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A través de una iniciativa del párroco de Sinamaica, Santos Silva, y de un grupo de colaboradores, consiguieron la exoneración del 50 por ciento de la cirugía en el Hogar Clínica San Rafael, en Maracaibo. El monto total de la operación supera los 410 millones de bolívares y, aún con el descuento, la familia de Angélica no tiene la capacidad de recaudar el monto.
La familia Moreno Loaiza vive en el Casco Central de Sinamaica, en el municipio Guajira del estado Zulia. Su casa se resume a un ranchito con piso de arena, y paredes y techo construidos de retazos de latas. Durante la temporada de lluvias, se moja casi igual afuera y adentro.
Su padre Edgar Moreno vende café y su madre Elia Loaiza trabaja como aseadora en algunas casas; lo poco que ganan sirve escasamente para alimentar a Angélica y a su hermano Alejandro, de 11 años.
Moreno vendía periódicos por el pueblo, pero los diarios dejaron de imprimir ejemplares y perdió su empleo; entonces, se dedicó a vender café en la Troncal del Caribe. Pero desde que inició hace seis meses la cuarentena, las ventas mermaron con la restricción del paso de vehículos por esa carretera que lleva hasta la frontera con Colombia.
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Hoy sus ingresos no le alcanzan muchas veces para llevar comida a su casa, no recibe ayuda alguna de las instituciones del Estado y cada vez siente más lejano cumplir con los gastos de las operaciones que necesita Angélica para caminar.
La parroquia eclesiástica San Bartolomé Apóstol de Sinamaica puso a disposición sus cuentas bancarias para recaudar los recursos y cumplir con el sueño de Angélica de dejar de usar una silla de rueda.
